Quito, 31 ene (La Calle).- La comunidad migrante ecuatoriana vive momentos de incertidumbre y preocupación ante el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos. Con las recientes medidas impulsadas por la administración de Donald Trump, los operativos de detención y deportación han alcanzado cifras récord, afectando a cientos de ecuatorianos en situación irregular.
El pasado 28 de enero, dos vuelos militares de la Fuerza Aérea de Estados Unidos llegaron al Aeropuerto Internacional de Guayaquil, con un total de 202 ecuatorianos deportados. Según la Cancillería, estos vuelos forman parte de las operaciones regulares de retorno, que se realizan dos veces por semana desde hace más de una década en coordinación con el gobierno estadounidense.
Inseguridad y temor en la comunidad migrante
La retórica y las medidas antinmigrantes han creado un clima de tensión entre los ecuatorianos que residen en Estados Unidos. Un migrante ecuatoriano en Chicago, quien prefiere no revelar su identidad por seguridad, describe cómo la comunidad ha modificado sus hábitos ante el temor de ser detenidos:
“El ambiente está demasiado tenso. Tengo un amigo que es dueño de un restaurante en un barrio latino y me cuenta que ahora nadie quiere salir de sus casas. Esto va a tener un impacto económico, la cantidad de migrantes es muy alta.”
Las nuevas disposiciones permiten que los agentes migratorios realicen operativos en escuelas, iglesias y hospitales, lugares que anteriormente eran considerados seguros. Para muchos, esto ha significado el riesgo constante de ser detenidos incluso en espacios esenciales para su vida cotidiana.
Impacto económico de las deportaciones
El endurecimiento de la política migratoria estadounidense no solo afecta a quienes residen en el exterior, sino que también golpea a la economía ecuatoriana. Según el Banco Central del Ecuador, las remesas enviadas por los migrantes representan una de las principales fuentes de ingresos del país. Solo en el tercer trimestre de 2024, Ecuador recibió 1.748,5 millones de dólares en remesas, siendo Estados Unidos el principal país de origen de estos envíos.
Para la experta en derecho internacional Ivonne Téllez, el efecto de las deportaciones será severo:
“Habrá una afectación gravísima en la parte local. Hay familias enteras que tienen como sustento las remesas.”
El flujo de dinero que llega desde el exterior es fundamental para el sustento de miles de familias ecuatorianas. Con más restricciones y deportaciones en marcha, la reducción de estos ingresos podría agravar la situación económica de quienes dependen de este apoyo.
Migración y ausencia de políticas públicas
Desde la comunidad migrante ecuatoriana en el extranjero, se insiste en que la migración es una consecuencia de la falta de oportunidades en el país. Noman Checa Espinoza, residente en California, sostiene que la migración es resultado de carencias estructurales:
“Nosotros en Ecuador necesitamos políticas públicas y sociales; necesitamos salud, seguridad y educación. Son derechos básicos para los ecuatorianos.”
A pesar de la magnitud de la crisis migratoria, este tema sigue sin ocupar un lugar prioritario en la política exterior ecuatoriana. Durante el último debate presidencial, se propuso que la migración fuera un eje central en el Consejo Nacional Electoral (CNE), pero hasta la fecha no se han tomado acciones concretas.
Para la experta Ivonne Téllez, esta omisión demuestra la falta de atención a una problemática urgente:
“Varios sectores de la academia nos pronunciamos previo al debate solicitando al CNE que se incluyeran temas de política exterior como parte necesaria para discutir.”
Además, muchos migrantes expresan su descontento con la falta de apoyo por parte de las delegaciones diplomáticas ecuatorianas en el exterior. Enfrentar la crisis migratoria requiere un enfoque integral que garantice derechos y oportunidades tanto dentro como fuera del país. Mientras no se tomen medidas concretas, la comunidad migrante continuará viviendo en un estado de incertidumbre, sin respuestas claras ni políticas de respaldo.