Quito, 19 oct (La Calle). – El economista Diego Borja señaló que el Gobierno Nacional continúa enfocando el objetivo de la economía ecuatoriana en aristas equivocadas. Desprotege a los ciudadanos en materia de empleo, lo que provoca pobreza y eso repercute para solventar sus necesidades básicas.
Para Borja, que gobiernos anteriores al 2020 señalaran que las complicaciones económicas responden a problemas fiscales es una falacia. El tema fiscal, la cuenta corriente en la balanza de pagos o los temas monetarios son solo herramientas. El objetivo principal de la economía es solucionar los problemas de empleo, educación, salud y seguridad de los ciudadanos.
Precisó que por esta razón, las evaluaciones del Banco Mundial (BM) ubicaron al Ecuador en el penúltimo lugar de crecimiento. Aunque en términos de resultados fiscales lo posicionaron en los primeros lugares. Es decir, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) arrojaron resultados positivos, pero los resultados económicos y el bienestar social marcaron en negativo.
«Lo que han hecho estos gobiernos es centrarse en una supuesta necesidad de equilibrio fiscal de las cuentas. Pero, el objetivo principal debe ser la gente, sus necesidades y no el equilibrio fiscal», mencionó.
Credo de los medios de comunicación
Borja explicó que los medios de comunicación no muestran la situación real del Ecuador. Recalcó la mala calidad de las estadísticas económicas y fiscales en cuanto al manejo del Gobierno Central y al presupuesto general del Estado. Por ejemplo, al no contabilizar las obligaciones gubernamentales con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en cuanto a pensiones y salud.
Puntualizó que incluso el FMI «le jaló las orejas» al gobierno de Lasso por las deplorables estadísticas que arrojó. También, enfatizó que la deuda con los multilaterales se duplicó durante los gobiernos de Moreno y Lasso. Sin embargo, en los planes del Presidente está emitir bonos para el 2023 sin considerar que el riesgo país bordea los mil puntos.
“Es un relato equivocado y falso el que dan los medios de comunicación. Preguntemos a los trabajadores, a los que no encuentran empleo, a empresarios que no pueden recuperarse desde la pandemia, a jóvenes que no obtienen un cupo para la universidad”, refirió.
“Más sabe el diablo por viejo que por diablo”
El propio FMI advirtió durante la pandemia que no era momento de cumplir con políticas extranjeras, pero Moreno decidió prepagar la deuda externa. Todo esto a costa de la muerte de cientos de personas en Guayaquil, de la desnutrición de familias y la falta de empleos. Resaltó que el FMI es una peligrosa combinación entre mediocridad económica y ortodoxia evidenciados sobre todo en países subdesarrollados.
«Esta economía y la ortodoxia tiene políticas de austeridad gigantesca que acumula riquezas en bancos internacionales. ¡Claro que sí! Hay una mala economía e intereses de por medio que benefician a minorías que son el 1 % frente al 99 % que están desprotegidos”, insistió.
Además, comentó que el “blanqueado de capitales” se da en las zonas de Samborondón y Quito. Este proceso se benefició cuando estipularon en la ley que no debe transparentarse la información, ni revisar la proveniencia del dinero y la capacidad de guardar en los paraísos o “guaridas” fiscales el dinero. (N.J.C)