Tomado de Diaro El PAIS.-Catalina Oquendo.
Quito, 10 jul, (La Calle).-Las autoridades de Haití informaron este viernes de que al menos 28 mercenarios participaron en el magnicidio. Se trata de 26 colombianos, varios de ellos antiguos oficiales de Ejército y dos estadounidenses de origen haitianos.
De ellos, 20 fueron detenidos, otros cinco lograron huir y al menos tres fallecieron a manos de las fuerzas de seguridad.
La policía de Colombia presentó un cuadro con los rostros y nombres de 13 exmilitares e informó de que fueron reclutados por cuatro empresas de seguridad de Colombia.
“Ofrecemos toda la colaboración para encontrar la verdad de los autores materiales e intelectuales del asesinato del presidente Jovenel Moïse”, añadió el presidente colombiano, Iván Duque.
Una llamada a la radio
Mientras el desarrollo de los acontecimientos continúa en una nebulosa, la sorpresiva llamada de una mujer a una emisora de radio colombiana aportó algunas pistas.
La mujer, que se identificó como la esposa de Francisco Eladio Uribe, uno de los detenidos, dijo que su marido había sido contratado por “una agencia de seguridad para cuidar familias de jeques”, que no sabía exactamente el lugar al que serían asignados y que le ofrecieron 2.700 dólares.
“Hablé con él el miércoles a las 10 de la noche y me dijo que les tocaba prestar guardia, estaba tranquilo”, relató la mujer. Al día siguiente —agregó— su esposo le escribió diciendo que huía”.
Francisco Eladio Uribe era soldado profesional y dejó el Ejército en 2019, pero, además, tenía una investigación por ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos.
El asesinato fue cometido en 2008 y Uribe se había comprometido a dar información al tribunal de paz de Colombia sobre su participación.
La ruta que recorrieron estos exmilitares también quedó registrada en las redes sociales de algunos de ellos. El sargento Manuel Antonio Grosso, uno de los más entrenados del grupo, que fue miembro de las fuerzas especiales antiterroristas urbanas del Ejército, difundió varias fotos turísticas.
Los datos coinciden con la información de las autoridades haitianas. “Entraron en grupos pequeños, con la complicidad de alguien, les dieron residencias en uno de los barrios más lujosos, el mismo donde vivía el presidente”, dijo a W Radio en Colombia, Mathias Pierre, ministro encargado de Asuntos Electorales.
Sin embargo, el exsenador haitiano Steven Benoit pone en duda la responsabilidad de los colombianos en el magnicidio y asegura que el presidente fue asesinado por sus hombres de seguridad.
“El mes pasado se había anunciado la llegada de un comando especial de expertos colombianos que iban asesorar a las fuerzas militares de Haití en estrategias de seguridad. Esto me lleva a pensar que los colombianos no son responsables del asesinato”, dijo el dirigente político en varias emisoras radiales. Una hipótesis similar plantea el diario El Tiempo, de Colombia.
En medio de toda la confusión sobre los detalles del magnicidio, el país continúa paralizado por el vacío de poder y con una aparente calma de las calles en pleno estado de sitio decretado por el primer ministro.