Por: Alexis Ponce
CC: deudos de fallecidos por Covid-19; sociedad civil; candidatos presidenciales finalistas; prensa; MIES; Alcaldía del DMQ; MSP; ex- ministr@s de Inclusión Social; gremios de adultos mayores; Conadis; Defensoría del Pueblo; Asamblea Legislativa; OMS; personalidades amigas en América y el mundo.
1) Circula en Ecuador la noticia e instructivo gubernamental de un «registro» que se está leyendo como lo más natural del mundo: que primero los adultos mayores del país se «registren» en un sitio virtual, para poder recibir la vacuna. El gobierno en lugar de facilitar, complejiza y dificulta una vez más, el acceso de los vulnerables a la vacuna, la salud y la vida.
2) En otros países y sociedades como Colombia o Argentina, los Estados NO se han abstenido de su responsabilidad de ser ellos los encargados de tener listos los Registros Nacionales (con el nombre y apellido, teléfono, mail, barrio y dirección domiciliar) de toda la Población Adulta Mayor, o con cánceres y otras Enfermedades Catastróficas, o con Discapacidad compleja en sus países, para poder vacunarlos ¡ya! (Y además con TODAS las vacunas: rusa, china y gringa)
3) Esos gobiernos han sido los que buscan a los adultos mayores y sus familias. Han sido ellos: los Estados, los gobiernos y sus ministerios de salud, inclusión y gerontología, quienes han llamado ¡por teléfono! a cada adulto mayor del país y su familia, usando los bancos de datos cruzados y facilitados con sus Registros Civiles, sus Ministerios y Secretarías de inclusión social, sus Conadis de allá, sus entidades gerontológicas y los bancos de esas naciones.
4) Organizada así la información desde el Estado, han recibido la grata y educada llamada nuestros familiares adultos mayores en Bogotá y mis amigas en Buenos Aires o Ciudad de La Plata que son adultas mayores. Y a tod@s les indicaron por teléfono, mensaje de wasap, celular o mail, que «tal fecha, a tal hora, en tal centro de salud de su barrio acuda con un familiar para recibir su vacuna». Todo eso con el apoyo local barrial coordinado con las alcaldías, prefecturas, gobernaciones y organizaciones comunales. Así lo hacen otros, que han hecho mejor las cosas que ustedes, sres. Moreno y Farfán.
5) Como lo saben ex- ministras y reconocidos expertos en adultos mayores del MIES (como mis querid@s amig@s Berenice Cordero y Camilo Tobar), el Ecuador tiene una cada vez más creciente población adulta mayor; muchos de esos adultos mayores viven solos; otros no tienen computadora, o no tienen acceso a internet, o tienen serias dificultades para usar herramientas tecnológicas no amigables, como ya ha sucedido durante esta pandemia con los links y plataformas virtuales del SRI, los centros de salud, los municipios, los bancos y algunos hospitales.
6) Espero que su gran idea del «Primero regístrese para ponerle luego la vacuna», no sirva de pretexto nuevamente a la Ineptitud Organizada, para dejar por fuera a otros miles de adultos mayores que no puedan registrarse.
7) Pido a las élites sociales sin conciencia reflexiva que aplauden la idea del ‘registro’, sin conocer estas experiencias de otros países; que coordinemos y nos ayuden a que ningún adulto mayor se quede sin vacuna; que a los ancianos de nuestro barrio, edificio, condominio, cuadra o comuna, los ayudemos a registrar; y que cada abuelita y abuelito sin poder, ni padrino, ni palanca en el Ecuador, sean tratados como la señora madre del ex-ministro, el chef de la UEES, o el esposo de la sra. Isabel Noboa. Con prioridad urgente.
8) Como esperamos que lo exponga la DPE, el derecho humano, a vacunarse para no morir, de los adultos y adultas mayores, no puede estar sujeto primero a que éstos se registren vía internet en un frío enlace de un sitio virtual del MSP.
9) A la prensa y la ciudadanía anestesiada y acostumbrada a naturalizar el AL REVÉS, llamo a reflexionar por qué el gobierno del Ecuador aún no contempla vacunar con prioridad emergente a las y los miles de pacientes de cáncer y enfermedades catastróficas; con discapacidades mentales complejas que son mayores de edad; cuando ya organismos mundiales y gremios médicos como los de España, exhortan a aplicar esta otra urgente prioridad.
10) Convoco a exigir sus derechos a los adultos mayores, a sus familias y gremios. Les comparto a ellos y ellas la alegría de mi esposa: Nelly, paciente oncológica; de mi familia en Bogotá y la mía propia: su padre, mi suegro, don Antonio, de 87 años, hombre sencillo, que vive en barrio popular, fue vacunado hoy sábado en el centro médico barrial de Patio Bonito, aledaño a la zona donde vive. Fue vacunado con la vacuna china gratuita, por la brigada médica conjunta de la Secretaría de Salud y la alcaldía. Al abuelito y su familia los llamaron y buscaron desde el Estado, les avisaron, les dijeron que hoy 7 AM esté desayunado en el centro de salud, acompañado de un familiar (fue mi cuñado). A las 8:30 ya estaba vacunado y tras esperar los ’45 minutos recomendados, volvió a casa con el carnet y el aviso de que la segunda dosis recibirá ahí mismo al 10 de abril. Fue vacunado sin necesidad de registrarse. Porque es el Estado, el gobierno con sus ministerios, quien debe tener los registros de la población vulnerable y proceder con eficacia. Don Antonio fue vacunado. Y no tiene computador, ni celular, ni sabe el tik-tok.