Quito, 14 nov (La Calle).- La XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado que se celebrará en Cuenca pasará a la historia como el evento con la menor representación de mandatarios desde que se establecieron estas reuniones en 1991. De los 22 países convocados, solo cinco líderes confirmaron su asistencia.
En esta ocasión, asistirán el rey de España, Felipe VI; el presidente de Ecuador y anfitrión, Daniel Noboa; el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader; y el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot. La baja participación contrasta con la Cumbre de República Dominicana 2023, en donde que participaron 15 líderes.
La cumbre ha sido impactada por una serie de ausencias notables de mandatarios como Lula da Silva de Brasil, Gabriel Boric de Chile, y Javier Milei de Argentina. En la mayoría de los casos, la ausencia se debe a situaciones políticas o internas en sus países. Otro Jefes de Estado optaron por atender agendas internacionales de alta relevancia. Algunos líderes ausentes enviaron en su representación a ministros, vicepresidentes u otros funcionarios de menor rango, lo que de todos modos marca un récord de bajas en estos encuentros.
La inestabilidad en Ecuador y la crisis en Venezuela
Una de las razones mencionadas para la baja asistencia es la situación política en Ecuador, que algunos países consideran «inestable». De hecho, en las últimas horas, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, canceló su participación, citando la situación ecuatoriana como motivo de preocupación, según fuentes de la Presidencia del Ecuador.
Ecuador ha sido escenario de tensiones diplomáticas desde abril pasado, cuando el presidente Noboa asaltó la embajada de México para detener al exvicepresidente Jorge Glas. Este incidente desencadenó una ruptura de relaciones con México y llevó a otros países, como Nicaragua y Venezuela, a seguir el mismo camino.
La sombra de Trump en la agenda regional
La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos será un tema de discusión en la Cumbre. Su victoria generó inquietudes en América Latina, especialmente en relación con las políticas migratorias y sus posturas hacia países como México y Cuba. La presencia de Trump también fue un factor en la cancelación de última hora de Javier Milei, presidente de Argentina, quien optó por no asistir a la Cumbre para sostener una reunión bilateral con el mandatario estadounidense.
El diálogo también contempla los ámbitos de cooperación en seguridad y el combate a las mafias de tráfico de personas y drogas.
La Cumbre Iberoamericana en contexto
La Cumbre Iberoamericana se estableció en 1991 con el objetivo de crear un espacio común de cooperación y diálogo entre los países de habla hispana y portuguesa de América Latina y Europa. Desde entonces, ha servido como un foro en el que los mandatarios discuten temas de interés común y promueven la colaboración en áreas como educación, economía, desarrollo sostenible y derechos humanos. Desde 2014, la Cumbre se celebra de manera bianual, alternando la sede entre los países miembros en colaboración con la Secretaría General Iberoamericana.
El evento de este año, bajo el lema «Innovación, Inclusión y Sostenibilidad» pretende abordar desafíos cruciales, como el cambio climático, la recuperación económica post-pandemia y los derechos humanos en un contexto de creciente polarización política en la región.
