Por: Daniela Rizzo / @loinquieto
No existe sensación más bonita que soltar toda preocupación y vivir una historia de fantasía a través de la literatura. Lo que pasa es que no existen límites en los libros, hay magos, duendes, hadas y los que más me gustan: dragones.
Y muchos me preguntan: ¿la literatura de fantasía no es algo así como soñar en demasía? Puede ser. Pero conozco tantas batallas personales y colectivas reales que pueden ser claramente explicadas con el viaje del hobbit hacia la Montaña Oscura para asesinar a un dragón. Todos tenemos tesoros y castillos por conquistar en nuestra vida real, tan solo es dar un salto simbólico hacia lo fantástico.
La copa de plomo y oro, de Cornelia Funke
Ya que hablamos de libros de fantasía que tienen íntima relación con la vida real, esta es una novela cortita que nos cuenta la vida de Tabatha en un mundo tan cruel e injusto como el nuestro. Ella es huérfana y vive en la calle junto a otros niños. Ellos están a merced de adultos que juegan con sus esperanzas, así que están siempre en competencia por sobrevivir. En este mundo creado por Cornelia Funke, existen objetos mágicos muy valiosos que pueden cambiar la vida de una persona o ser vivo. Eso es lo que ocurre cuando Tabatha encuentra un pedacito de la copa de plomo y oro, ¿será su pasaje a mejores días?
El Hobbit, de J. R. R. Tolkien
Este es uno de los libros más bonitos para empezar a leer fantasía porque su historia es un gran viaje de aventuras en donde hay enanos, trolls, un dragón y un tesoro por recuperar. La historia es el inicio de una gran saga que conocemos como El Señor de los Anillos. Y aunque cause un poco de miedo, no tienes nada que temer porque esta novela se lee con mucha paz y gusto ya que fue ideada para encantar a lectores de todas las edades. Es una gran entrada el mundo de la fantasía porque nos propone ir en busca de tesoros y a ser valientes aunque el camino resulte ser más peligroso de lo que teníamos planificado.
La historia interminable, de Michael Ende
A pesar de que muchos la toman como una historia para adolescentes, este libro es una excelente muestra de lo compleja que puede ser la fantasía. Este libro está dividido en dos mundos: el de Fantasía y el mundo real. En Fantasía, un joven llamado Atreyu tiene increíbles aventuras en búsqueda de una cura para la enfermedad de la Emperatriz. En el mundo real, Bastián es un niño real que lee las aventuras de Fantasía y, aunque no lo creas, traspasa las barreras de la ficción para ser quien puede ayudar a este mundo fantástico.
Es un libro muy dulce y que nos hace pensar en esa relación tan especial que los lectores tenemos con los libros. En palabras del autor: “Cuando nos fijamos un objetivo, el mejor medio para alcanzarlo es tomar siempre el camino opuesto. No soy yo quien ha inventado dicho método. Para llegar al paraíso, Dante, en su Divina comedia, comienza pasando por el infierno”.
