«Los exorcistas del ex-capitán Bolsonaro» (Opinión)

Por: Alexis Ponce / @alexisponceB612

Este es el degradado nivel intelectual del Brasil Bolsonario. Y el infame ‘revolcón’ cultural de la nueva extrema derecha mundial.

Se trata de un panel online, eso sí: masivo, planificadamente financiado y difundido en internet con un lema amarillista y sensacionalista para atraer imbéciles y hasta llamar la atención de la prensa que, como a Hitler en su época, lo publica como ‘folklore pasajero’.

Participan en el «foro», una supuesta «historiadora» entre comillas, cuyo título sacó en una universidad trasnochada con una tesis misógina sobre ‘La virginidad y la familia’, diputada bolsonarista de ultraderecha, violentamente anti-feminista, católica integrista; inició la persecución pública mediante redes sociales y celulares a todo profesor o profesora de ciencias sociales en las aulas escolares y colegiales del Brasil, y alentó a los alumnos niños y adolescentes que graben audios, y filmen y suban a la red, a toda maestra y maestro que consideren de pensamiento feminista, de izquierda, socialista, ecologista, glbti, o que critiquen a Bolsonaro, tal cual como empezaron sus medidas fachas educativas la Italia de Benito y la Alemania de Adolfo.

En este evento donde no fue permitido el debate, coparticipó un cura «exorcista» de aldea, que intenta ser el yutubber de sotana y se hizo famoso en la red por perseguir a sus 35 años, demonios y diablos en toda enriquecedora manifestación cultural indígena y afrobrasileña.

Ambos dinosaurios revividos, ‘disertaron’ acerca de un tema con título medieval: «¿Era Marx un satánico?» No, no es broma. Serían superficiales si creyeran que se trata de inicuos dementes. Es todo lo contrario: no es sino el inicio del retorno al siglo XIX, cuando la gente superficial de a pie (hoy la gente superficial de a red social) masificó un vil producto falaz, elaborado por la Ojrana, la policía secreta zarista: «Los protocolos de los sabios de Sión». Cada pandemia siempre ha traído fascismo en el mundo.

Estamos asistiendo a un proceso de conservadora proto-fascistización social y cultural, muy parecido al incubado en las décadas iniciales del siglo XX y los años previos a los terribles 30as’. Invito a la gente, que intuye la diferencia entre Torquemada y Carl Sagan, a leer «El Cementerio de Praga» del extrañado Umberto Eco.

Estoy releyéndolo estas noches justamente para entender y cuestionar de raíz las claves de esta nueva ofensiva pandémica y velocirraptora de trogloditas y «libertarios»; para ayudar a derrotar esta ofensiva medieval y reaccionaria altamente tóxica y eficaz dada la estupidización generalizada contemporánea.

En Ecuador abrieron un Café ‘Dios No Muere’ en pleno centro de Quito; comprenderán que las cervecerías de Munich volvieron a emerger (la metáfora de los lugares donde apareció la pandilla del cabo antisemita y anticomunista de bigotito ridículo; del cual todos los izquierdosos arrogantes y soberbios, que no sabían de nuevas estrategias de propaganda, se burlaban -por torpes- sin tomar en serio esta discursiva repugnante que luego fue asumida por millones de alemanes).

Posdata: este instante en el Ecuador del siglo 21 d.C. el tema «control de la pandemia» es controlado por el Opus-Dei. Es casual nomás que tengamos 50 mil muertos. Donde la ciencia es reemplazada por el clasismo VIP, el pensamiento mágico y el fanatismo, hay más muertes «inusuales».

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