Por: María Isabel Burbano / @rizossalvajes
Siempre que encuentro una buena serie, se lo comento a mamá y la vemos juntas. Cuando encontré la maravillosa señora Maisel pensé que era una apuesta segura y no me equivoqué.
A lo largo de cinco temporadas, la serie creada por Amy Sherman-Palladino y su esposo Daniel nos ha dejado grandes enseñanzas que quisiera compartir con ustedes en este espacio.
El estilo: Lo más genial a lo largo del show fue el guardarropa de Midge Maisel. Vestidos, trajes con faldas, abrigos, sombreros, guantes. Todo combinado de una manera estética. Su hermoso armario, sin embargo, no sería nada sin la esencia propia que pone a cada combinación. Midge sabe vestir y siempre está perfecta.
Un mundo de hombres: En los años 50 y 60 era común que existan mujeres cantantes o actrices, pero no comediantes de stand up. Todavía era un mundo donde te criaban para casarte, tener hijos y llevar tu casa. Cuando Midge se entera que Joel lo engañaba con su secretaria, se embriaga y sube al escenario del Gas Light, un bar en el centro de Nueva York a contar sus desgracias, eso abre un mundo para ella, dónde deberá trabajar duro para ganarse su puesto y que reconozcan su talento.
Sabía que era necesario hacerle frente a un par de hombres que querían bloquear sus sueños. Lo más importante que aprendió Midge es a estar soltera (al menos por un tiempo) y poder ser independiente.
Una buena amiga: Midge no sería nada sin Susie Mayerson, su representante y viceversa. Ambas se encontraron en ese bar por una razón que va más allá de mejorar sus condiciones.
Aprendieron la una de la otra, hubo lealtad, Susie creía en el talento de la señora Maisel y ella confiaba en Susie para llevarla al estrellato (lo que al final terminó ocurriendo) A veces solo necesitas de esa buena amiga que cree en ti y que, a pesar de los errores, sabes que estará allí cuando la necesites. Además de su lema: Tetas, arriba (tits up).
Reírse de uno mismo: Mucho del material que presentaba Midge en su número eran sus propias vivencias. Los trabajos que empezó a hacer cuando se divorció, la influencia de sus padres y sus llamados de atención, criar a sus hijos, incluso el feeling que tuvo con otro cómico o cuando un cantante al que abría los shows la dejó tirada en el aeropuerto.
Fue agradable transitar por esa serie, porque a veces uno se siente como la señora Maisel, frustrada o abrumada porque pareciera que te estancaste en un lugar, pero sí tienes confianza en tu talento y trabajas duro, es posible que podamos alcanzar una vida de la que podamos sentirnos orgullosas.