Quito, 13 oct (La Calle). – El 24 de noviembre de 1991 un capítulo terminó para la banda británica Queen. La muerte de su líder Freddy Mercury derivó en la salida del bajista John Deacon y dejó a Brian May y Roger Taylor sin un norte para un futuro como grupo.
Sin embargo, el nuevo siglo trajo nuevas sorpresas para Queen. Primero con Paul Rodgers desde 2004 a 2009, quien devolvió la vida a las canciones de Mercury y compañía. Sin embargo, algo faltaba. El brillo y la originalidad de la banda no apareció en todo su esplendor.
Entonces el destino quiso que May y Taylor tocaran en el American Idol de 2009. Su participación fue al lado de un joven con una voz espectacular: Adam Lambert. Adam audicionó con “Bohemian Rhapsody” y llegó hasta la final de la competencia aunque no la ganó. Un click instantáneo entre los veteranos músicos y el alocado intérprete catapultaría a Queen a un nuevo episodio.
Desde 2011 Queen + Adam Lambert realizan conciertos alrededor del mundo. La gira más importante fue en 2015 cuando recorrieron Estados Unidos, Europa, Asia y Sudamérica. Pero nunca habían sacado un álbum en conjunto
Live Around the World
Este nuevo álbum es un disco de conciertos. Presentaciones en la O2 Arena en Londres, el Rock in Rio de Brasil, paradas en Japón, Estados Unidos y Europa. “Live around the world” nos trae las canciones más icónicas de la banda y otras que no son tan conocidas. El primer sencillo es “The show must go on” que, de acuerdo con May, es un himno importante para el momento que vive el mundo este año.
May también contó la historia detrás de la grabación original. «La melodía pedía algunas notas altas muy demandantes, y sólo pude crearlas en un demo con falsetto. Le dije a Freddie. ‘No quiero que te exprimas … esto no saldrá tan fácil con la voz completa, incluso para ti’, el respondió, ‘No te preocupes … Déjamelo a mí, cariño. Después bebió un par de chupitos de su vodka favorito, se volteó frente al escritorio de mezcla y entregó una de las interpretaciones más extraordinarias de su vida».