Por: Daniela Rizzo @loinquieto
Este es uno de mis libros más amados. Creo que siempre pensé que soy mucho como Alicia: curiosa y llorona. Sin embargo, la obra de Alicia en el País de las Maravillas es muy compleja y todavía no alcanzo a recorrer todos sus recovecos.
La historia es un tanto sencilla, Alicia es una niña que se encuentra aburrida, divisa un conejo, lo sigue, se mete en su madriguera y llega a un mundo donde reina el sinsentido. Está bien, no es una historia sencilla pero muchos dicen que esta es una narración para niños. Yo no lo creo.
Lo que pasa en el País de las Maravillas no es el mundo al revés o, al menos, no es tan fácil de explicar. En realidad, creo que se trata de una gran alegoría a cientos de situaciones muy reales y muy allegadas a la época en que fue escrito este libro.
Pero no solo es una alegoría, porque todavía podemos encontrar mucho sinsentido en nuestro mundo real contemporáneo. Como la realeza, la burocracia y mucho más. Debemos recordar lo que hace Alicia: sigue caminando en busca de información aunque nada tenga sentido. Llora y se desconsuela, pero sigue caminando. Tal como deberíamos hacer nosotros en nuestro mundo de las maravillas.
