Por: Alexis Ponce
1) Cuba ya aceptó barcos y submarinos nucleares. Volvieron al espíritu del Che en «la crisis de los misiles» en los 60′. No hay más alternativa que la lucha para los eternos agredidos. Por su parte, Venezuela y Nicaragua, con toda seguridad, aceptarán barcos y submarinos rusos nucleares. También han sido infamemente bloqueados y agredidos.
2) Habrá quizás naves aéreas y emplazamientos terrestres de ataque y defensa modernos de Moscú, que los aceptará Bolivia de Arce que ingresa a los BRICS, para defenderse del facho Milei. Quizás, pueda suceder algo similar (a la inversa, sería menos probable) con El Salvador de Bukele. Costa Rica y Guatemala optarán, quizás, por una «neutralidad» que aplaudirán la CNN y Janeth Hinostroza. Es decir, el Southern Command.
3) Brasil será el Gran Comodín Pacifista de los BRICS (Lula fue suscitador de la correcta ayer, hoy insuficiente Gran Iniciativa durante la primera Ola Progresista de «Latinoamérica, un continente sin armas nucleares»).
4) Boric jugará a la idiotez geopolítica y tendrá giros inesperados, a los que está acostumbrado con el respaldo del viejo PC chileno y la bella enmudecida Camila Vallejo. Así como Boric apoya a Palestina y se enfrenta a veces a Netanyahu, hace horas atrás acaba de tener un encuentro decidor al más alto nivel para una estúpida alianza con… ¡la alicaída y amenazadora Alemania!
5) Petro en Colombia, más cercano a un discurso pacifista estilo Mandala (no Mandela) en torno a Ucrania y Rusia, con su aceptación de entrar a los BRICS, pedirá con Lula la paz mundial a un Occidente delincuencial que intenta otra Operación Barbarroja, sólo que nuclear, financierista y corsaria. ¿Pueden trascender nuestros Gandhis de la Patria Grande, si oscilan entre la metafísica y la «neutralidad» entre tío Ho y Lyndon Jhonson?
6) Claudia tendrá, con Petro y Lula, una gran prueba de fuego.
7) ¿Cómo reaccionarían hoy estadistas lastimosamente fallecidos como Kennedy, Fidel, Kirchner y Chávez? De seguro, Kennedy no actuaría tan irresponsable y cínicamente como ese esperpéntico e impresentable Joe Biden. Y los latinoamericanos nombrados estarían, hace rato, en los BRICS en nombre de Cuba, Venezuela, y Argentina.
8) ¿En qué mundo está actuando este instante la fisurada Latinoamérica? En uno en el cual la OTANizada Decadencia llamada «Occidente» (EEUU, UE, & Japón), a diferencia de los BRICS, ninguno de los «occidentales» cuenta con estadistas. Ni un Churchill, ni un De Gaulle, ni un Roosevelt tiene al frente este momento esa porción minoritaria pero violenta de la Tierra, que muestra con creces querer y empujar la guerra nuclear, con tal de evitarse el final de su violenta y cruelmente injusta supremacía unipolar, ya inviable por lo demás (menos para los esperpentos ‘pelagatos’ Pallares y las pequeñas ministras del pequeño emperadorcito: Sommerfield y Palencia). Ese decadente «Occidente», que fue capaz de prohibir en toda Europa a Tolstói, Pushkin, el Bolshói, las protestas por Palestina o el Donbas, y alabar a Israel en su reciente último encuentro de ayer en su matusalénico G-7, desprecian cualquier liderazgo mundial que no sea blanco-euro-anglo-ario, y están dispuestos al Armagedón Nuclear con tal de no convivir en un mundo multipolar liderado por vez primera desde 1492, por asiáticos, árabes, persas, negros africanos, latinos progres y caucásicos «inferiores».
9) Mujica y el Papa Francisco deben ser apoyados hoy y a la vez presionados y exigidos a salir al frente, por el planeta, el Sur Global y Nuestra América.
10) Ecuador y Argentina, con sus impresentables gobernantes, aceptarán servir de base logística y cacareo belicista de la General «de Género» jefa del Comando Sur Laura Richardson y los EEUU; y, en el caso de Argentina, ya aceptó un navío nuclear en sus aguas. Como en los años 30′ y 40′ del siglo 20, a los ecuatorianos bien paridos, nos toca organizar ahora, no mañana, la Orquesta Roja, la Rosa Blanca y la Resistencia al Neofascismo Neoliberal.
11) Habremos de ver de todo en el Ecuador, en especial «miserablezas», cinismos, canalladas y cobardías. Muy pocos apostaremos de forma militante en defensa del Mundo Multipolar, la paz con dignidad y el Sur Global, léase por los BRICS. Muy pocos. Y varios más, seremos escasos los que pronunciaremos (ya pronunciamos desde 2014) las palabras malditas: «Yo apoyo a Rusia, China y los BRICS». La mayoría de esa minoría, musitarán su apoyo pero a puerta cerrada, en mensajes de texto personales, dirigidos a mi wasap, «pero en chiquis, ñaño, no lo publiques».
12) Habrá de todo, y no sólo en las ultraderechas: habrá quienes se declaren «neutrales» en las izquierdas, habrá otros -en especial algunos alrededor de PK, PSE, movimiento ecologista, capas medias del movimiento de mujeres, movimiento GLBTQ y sectores no mariateguistas ni marxistas del movimiento indígena-, que resuciten la mísera narrativa del «topo de la CÍA» [*], para endilgar culpas a Moscú, Pekín y Teherán. Habrán quienes torpemente caigan en la trampa de injuriar a Rusia, China y los BRICS. Y habrán quienes pidan moderación. De seguro las ultraderechas, con su presidentito amigo aliado del Batallón Azov, es decir del neonazi jázaro Zelenzky, asustarán internamente, dentro del paisito, con más macarthismos, lawfares ideológicos, y satanización acusatoria en su estado de guerra contra el «terrorismo» y conflicto armado no convencional. Y otros, los menos todos en la ultraderecha, querrán combatir aunque sea como trolls, del lado del bunker neo-hitleriano llamado OTAN.
13) Algunos no olvidamos el camino ejemplar, por digno, de Raymond Meriguet, máma Nela Martínez, Jesús Gualavisí, Joaquín Gallegos Lara, Enrique Gil Gilbert, Agustín Aguirre y otros, contra el fascismo y los nazis en Ecuador. Algunos seguiremos el digno, por ejemplar, sereno y siempre minoritario camino de Leopold Trepper, de Jean Moulin, de Prestes y su compañera Olga, de Sophie Scholl, del coronel Stauffenberg y la Operación Valkiria, de Tito y sus partisanos, de la memorable Brigada Garibaldi, de Mira Fuchrer la líder armada del gheto de Varsovia, de Oskar Schindler, de Yako Pávlov en Stalingrado, de Tina Anselmi la inolvidable «Gabriela» que combatió a los fachos de la República de Saló, de Zoya la partisana soviética, de Carla Capponi, la comunista rubia que sobrevivió al horror… de nuestro Juluis Fucik, por siempre.