Quito, 11 dic (La Calle).- José Alvear, analista económico, recalcó que el exministro de energía, Fernando Santos Alvite, el expresidente Guillermo Lasso y el gerente general de CELEC, Gonzalo Uquillas deberían enfrentar un juicio penal por la crisis energética y los contratos a última hora que firmaron.
Alvear señaló que no hay tiempo para «buenas intenciones» en el corto período que enfrenta el gobierno de Daniel Noboa, pues el país necesita acciones inmediatas.
«Ya perdieron un mes y medio en entender lo que está pasando en Ecuador, cuando ya saben que hay una crisis energética», dijo en entrevista con La Posta.
Contratos mal hechos de última hora
Según Alvear, días antes de que Santos abandonara el puesto se firmó un contrato en el que se «saltaron todos los procesos que debería seguir»; este firmado por Santos. Recalcó que no hubo un examen del Ministerio encargado, un análisis de experto o acuerdos de tarifas.
«Se saltaron todos lo procesos, alteraron la ley para habilitar un título a puertas de que se vaya Santos», refirió.
Alertó que en la cláusula 14:4 y 14:5 le da la facultad de dar por terminado el contrato cuando ellos deseen; es decir, la empresa puede finalizar el contrato cuando quiera y no dar explicaciones.
Cuestionó que es decisión solo perjudicaría de manera abismal al Estado, pues abre la posibilidad de que la entidad empieza una de las tantas demandas que han interpuesto contra el Estado.
De la misma manera, hay un segundo contrato denominado Conolophus, valorado en USD 63 millones de energía fotovoltaica, por 14.8 megawatts por 25 años. Este fue firmado por Lasso.
«Aunque hubo licitaciones, el megawatt lo valoraron en USD 4 millones y medio, cuando el megawatt no pasa del millón», apuntó.
Además, alertó que este tipo de energía cuesta tan solo USD 0,07, pero por la «buena voluntad» del expresidente Lasso, el país paga USD 0,45.
«Los funcionarios de gobierno tienen que aprender que sentarse en una silla, sea cual sea, es una responsabilidad y no una lotería donde se hacen millonarios o ricos», mencionó.
¿Qué falló?
Según el analista, la principal falla fue la pésima estrategia comercial que utilizaron para «solventar esta crisis». Repitió que mientras se cancelaba hasta 0,07 ctvs., por kilovatio, ahora se paga desde 0,25 ctvs hasta USD 0,50 ctvs.
Reclamó que debieron abrir procesos de licitación para empresas colombianas que vendan energía a un precio razonable. Sin embargo, en el afán de crear una cortina de humo ante la eminente crisis, negociaron de manera inoportuna y apresurada.
«Fueron víctimas de su propia desesperación. Quitarnos energía es como quitar la columna vertebral del país. Así no somos productivos ni competitivos», puntualizó.
Finalmente, anticipó que una de las opciones que tiene el Gobierno Nacional para remediar el desabastecimiento energético es dejar listas las licitaciones a inversión privada.
Además, anticipó la necesidad de que la Contraloría General del Estado (CGE) emita un informe de nulidad a los contratos que firmaron «a último minuto» y evitar que se genere un perjurio mayor al Estado. N.J.C