Quito, 15 feb (La Calle).- El presidente de la República, Guillermo Lasso, se pronunció respecto a las acusaciones generadas por la investigación de “El Gran Padrino”. En cadena nacional, el mandatario declaró la guerra a los medios de comunicación que pretenden “violar la libertad de expresión”.
La revelación de los presuntos vínculos del Gobierno con la mafia albanesa pusieron en evidencia a varios funcionarios y allegados al presidente. Sin embargo, estos “15 minutos de fama de los mercenarios del entretenimiento noticioso terminaron”, resaltó Lasso.
Agregó que todas estas “historias perversas y malintencionadas” son para dañar a la democracia ecuatoriana. Aunque reconoció que su cuñado “pudo no haber tenido suficiente suspicacia”, aclaró que su Gobierno es honesto y no hay una estructura de corrupción.
Una guerra tapiñada
“Si alguien más ha luchado por la libertad de expresión en el Ecuador”, dijo Lasso en una entrevista con Carlos Vera, en 2022.
Además, resaltó que la primera acción de su Gobierno fue enviar el proyecto de Ley de la Libertad de Expresión en la Asamblea Nacional. En esta propuesta se destaca que ningún medio de comunicación y periodistas podrán ser sancionados por opinar, denunciar o criticar al poder.
Mencionó que se sentía cómodo con la prensa, pero resaltó “hay dos Ecuadores: el que mira la prensa y el de la realidad que miran los ecuatorianos”. En este sentido, criticó dos noticias de diario El Universo en referencia a la falta de medicinas y la migración en Guayaquil.
“Típica noticia de medios de comunicación para escandalizar, pretenden arrinconar al Gobierno y al presidente”, dijo.
Según Carolina Ávila, experta en comunicación, pareciera que la estrategia de Lasso es levantar frentes en varios sectores y crear nuevos villanos ante un Gobierno que es “víctima y héroe”. La responsabilidad ya no recae en la narcopolítica sino en el “terrorismo mediático” y en los otros poderes del Estado, incluido el Legislativo.
Un Gobierno “honesto”
El caso de “El Gran Padrino”, revelado por La Posta, . En este entramado figuraría como cabecilla Danilo Carrera, cuñado del presidente Lasso, y su “mejor amigo”, Rubén Chérres.
La primera emisión de esta investigación provocó la fuga de Chérres y Hernán Luque, expresidente de EMCO, incluso, se produjo un allanamiento en el mismo Carondelet, pero Carrera seguía inmune a las acusaciones.
No obstante, minutos antes de comparecer en la Asamblea Nacional el equipo de La Posta reveló “El Gran Informe”, un documento de 145 páginas archivado por Fiscalía. Ahora existen pruebas más contundentes de la influencia de Carrera para colocar funcionarios “a dedo”. Entre los favores realizados está el ascenso del general de la Policía, Víctor Araus y cargos en BanEcuador.
El mandatario resaltó que nunca conversaron con él para abogar por el general Araus. Por el contrario, manifestó que emitió un decreto para darlo de baja, en 2021. (A.G.M).