Las fases eliminatorias, donde todo es posible en el fútbol
Los torneos de fútbol, a grandes rasgos, los podemos categorizar de varias maneras diferentes según su funcionamiento. Más allá de si son de selecciones o de clubes y nacionales o internacionales, en este artículo nos centraremos en diferenciarlos entre eliminatorios y ligas regulares. El primero, como su nombre indica, supone abandonar el campeonato en caso de derrota en uno de los choques directos. El segundo, en cambio, por más que pierdas, las consecuencias no se dan hasta que no finalizan todas las jornadas.
Pero es el formato del KO aquel que desata más pasión entre los aficionados al deporte rey. Todo puede cambiar en fracciones de segundo y los estados de forma de los equipos van y vienen como si nada. Incluso las apuestas deportivas, como las que proponen plataformas como Betano App, se pueden encontrar pronósticos hechos a medida para este tipo de partidos de altos vuelos como son las apuestas en vivo, que permiten determinar aquello que ocurrirá mientras el choque está en juego. Todo es variante, desde el resultado hasta las cuotas.
De hecho, recientemente hemos visto un buen ejemplo que ilustra lo comentado. En la Copa de Alemania, el todopoderoso Bayern de Múnich se despidió de las opciones al título en la primera ronda al caer contra un modesto equipo de Tercera División, el Saarbrücken. Este hecho, noticioso por ser prácticamente inédito, es precisamente lo que mantiene viva la esencia de este tipo de campeonatos. El más fuerte puede caer contra cualquiera en los 90 minutos. No es de extrañar, pues, que cautive a los espectadores.
Los grandes torneos, híbridos
Si las ligas nacionales son la regularidad hecha campeonato, las copas de los países suelen ser el torneo del KO por excelencia. Por ese motivo, no vale la misma estrategia para ganar una que otra y las situaciones pueden ser muy diferentes en los encuentros. En el segundo grupo, por ejemplo, no hay lugar para la especulación, ya que un despiste puede echar por los suelos todo el trabajo logrado durante toda la temporada. Cada uno de los formatos tienen sus méritos y sus dificultades, y los clubes y selecciones son muy conscientes de ello.
Pero cabe mencionar que los grandes campeonatos del mundo suelen combinar los dos formatos: liga y eliminatorias. Ejemplo de este modelo híbrido es la Copa del Mundo, que hasta Qatar 2022 contaba con ocho grupos de cuatro integrantes cada uno de ellos. Después, según clasificación, entraban dieciséis en total en la ronda de octavos y en cada eliminatoria se dividía por dos los participantes. Aunque en un formato más compacto, esto también sucede a nivel continental con la Copa América y la Eurocopa.
A nivel de clubes, el funcionamiento es el mismo en la Champions League y la Copa Libertadores, los dos grandes torneos que todos sueñan levantar. Al contar con más tiempo, se disputan partidos de ida y vuelta tanto en la fase de grupos como en las rondas posteriores. Por un lado, reduce las sorpresas, pues el equipo con más opciones al contar con un tiempo más largo de los 90 minutos es habitual que termine imponiéndose. Por otro, ofrece una imagen más completa de ambos conjuntos al jugar en casa y en campo contrario.
A excepción de las ligas domésticas, todos los otros grandes torneos del mundo del fútbol cuentan, ya sea en su totalidad o en una parte, con rondas eliminatorias. Es en ese preciso momento en el que los equipos deben demostrar su valía y sacar la capacidad competitiva. Por mucho que uno sea talentoso y rebose calidad, si no tiene rodaje mentalidad y experiencia en este tipo de formatos, lo más seguro es que se quede fuera cuando empiecen a aparecer las dudas y la presión, que, bien seguro, terminarán entrando en escena.