La segunda venida de Bolívar | Opinión

Por: María Isabel Burbano

Quito, 24 jul (La Calle). – Si bien las antiguas escrituras vaticinan la segunda venida de Jesucristo, también podemos aplicar el mismo concepto en el caso de Simón Bolívar. Aunque no en cuerpo, si lo hizo en el espíritu que alimenta el discurso de la izquierda latinoamericana.

Bolívar, a diferencia, del libertador José de San Martín, se impuso a la muerte por las ideas de unión entre las nuevas repúblicas que, al momento de su fallecimiento en 1830, dejaron la Gran Colombia y estaban a la deriva. Cuando hablamos de Bolívar lo hacemos recordando la gallardía de un hombre que liberó a cinco naciones del yugo de la corona española, no sin consecuencias a corto, mediano y largo plazo.

La figura

«Nacido en Caracas el 24 de julio de 1783 y bautizado como Simón José Antonio de la Santísima Trinidad, era hijo de Juan Vicente Bolívar y Ponte y María de la Concepción Palacios y Blanco, el menor de una familia compuesta por cuatro hermanos, dos hombres
y dos mujeres», explica la biografía Simón Bolívar de John Lynch. El futuro libertador era criollo, la denominación para los descendientes de españoles nacidos en las colonias. Su condición le permitió acceder a una educación completa para la época y viajar por Europa.

La proximidad con los ideales franceses de libertad, igualdad y fraternidad que terminaron con el rey Luis XVI en la guillotina, el período de terror y la llegada de Napoleón Bonaparte al poder fueron cruciales en la historia de nuestras maltrechas repúblicas para conseguir la independencia. Bolívar es la última pieza de un rompecabezas que empezó con la independencia de Haití en 1804 y se extendería hasta finales del siglo XIX con la independencia de Cuba.

El abolengo de Bolívar y la fortuna de su familia le permitieron forjarse como el Libertador. La ayuda del imperio británico, quien seguía adolorido por la pérdida de las 13 colonias ayudadas por España, la capacidad de unir a soldados, generales en la causa también posibilitaron la tarea de liberación que le tomó toda la vida.

A la hora de morir, Bolívar era repudiado por los que, antaño, lucharon hombro a hombro junto a él. Francisco de Paula Santander, quien después sería el primer presidente de Colombia, armó en 1825 un complot para matarlo. Ridiculizado hasta la saciedad por los habitantes en Santa Fe de Bogotá. El libertador moriría consumido por la tuberculosis en Santa Marta el 17 de diciembre de 1830.

El rescate

Con el pasar de los años, la figura de Simón Bolívar logró ese reconocimiento que obtienen los héroes en las páginas de historia. Sin embargo, las repúblicas pasaron del yugo de los españoles al yugo de los criollos. La pirámide social se mantuvo casi intacta, en algunos países empezaron a abolir la esclavitud, pero las condiciones de negros e indígenas continuaron siendo deplorables como antes de la independencia.

La figura de Bolívar apareció con más fuerza tras la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela. El libertador tiene mucha más repercusión en los países que liberó: Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Sin embargo, también permitió crear una organización que aglutinó, bajo la figura del general, a los demás países de América Latina que, por supuesto, tienen sus propios héroes de la independencia.

En 2004 se creó la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en Cuba. El país caribeño y Venezuela habían afianzado sus relaciones con la presidencia de Chávez, lo que dio pie a la creación del ALBA donde la mayoría de miembros estaban en América Central. Por América del Sur solo estaban Ecuador, Bolivia y Venezuela. En 2018, el expresidente Moreno decidió la salida del ALBA. Honduras también abandonó la organización en 2010.

El espíritu del Libertador

Han pasado 239 años del nacimiento de Bolívar. Creo que la única forma de conocer que se esconde tras la brillante armadura que han usado los políticos de este nuevo siglo para resaltar la figura del Libertador es leerlo. Saber lo qué pensaba, hurgar en sus escritos, en las biografías, en su tormentosa, pero genial vida.

¿Quién era Simón Bolívar? ¿el bravo general que iba a caballo por los Andes y los llanos venezolanos? ¿el hombre a quién afectó en demasía la muerte de su esposa? ¿el que usó toda su fortuna para la causa independentista? ¿quién estructuró el manejo político de la Gran Colombia? ¿el que tuvo que sobreponerse a las traiciones de sus más cercanos generales? ¿quién que tosía cada día más y más en el viaje a Santa Marta? ¿el que dijo que había arado en el mar al enterarse de que su Gran Colombia se dividía en cinco repúblicas? ¿quién sufrió hondamente cuando supo del asesinato del Mariscal Sucre?

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