Por Marco Flores
La más reciente información disponible revela que a octubre de 2022 el 47,5% de los trabajadores en Ecuador son independientes aunque muchos de ellos viven con «las justas» o como pueden. Un 43,8% son empleados privados y el restante 8,7% son empleados públicos. Incluidos todos los beneficios el ingreso laboral promedio mensual de los trabajadores independientes es 308,6 dólares, 419,7 dólares el de los privados y 987,6 dólares el de los públicos.
Pero hay un enorme porcentaje de trabajadores que se encuentran desempleados y subempleados. Hasta octubre de 2022 el 66,7% de los trabajadores en edad y capacidad para trabajar continúan desempleados y subempleados. Además en los últimos doce meses cien mil ecuatorianos migraron al exterior.
Como el 66,7% de los trabajadores está desempleado y subempleado los 25 dólares de incremento al salario básico unificado dispuesto por el gobierno nacional a partir del año 2023, ayuda, pero no a muchos, precisamente porque 66.7% de ellos están subempleados y desempleados.
Toda esta crítica situación laboral es resultado directo de las políticas económicas vigentes en Ecuador desde hace más de cinco años pero agravada en el gobierno actual por la profundización de las políticas de «austeridad expansiva» y «gobierno mínimo» que no solo destruyen inversión, crecimiento, empleo, oportunidades y progreso, sino que adicionalmente los concentran con evidente inequidad.
