Quito, 02 ago (La Calle). – En Ecuador, los conocemos como sombrero de paja toquilla, sin embargo, al momento de nombrarlos en el exterior la expresión más común es Panama hat. La historia del nombre de este sombrero refleja una injusta adjudicación de un producto que pertenece a las tejedoras y productores de Montecristi en Manabí.
Diario El País reseñó la historia del nombre. Todo se remonta a 1906, cuando el presidente Theodore Roosevelt visitó las obras del canal de Panamá para supervisarlas. Para evitar que el mandatario sucumba al calor que ya había cobrado vidas, le entregaron un sombrero de la zona. No era de fieltro sino de paja, tejido finamente, tanto que la luz no pasaba por él.
Las fotos que le hicieron al presidente destacaban la elegancia del sombrero. Al momento de su regreso a Estados Unidos le preguntaron por la procedencia del sombrero. Su respuesta marcaría el destino del accesorio por más de un siglo. Es un Panama hat, dijo.
Un robo sin intención
Roosevelt ignoraba que el sombrero no era panameño sino ecuatoriano. Los sombreros de paja toquilla llegaron a Panamá gracias al general Eloy Alfaro Delgado, presidente del Ecuador (1895 -1901 / 1906 – 1911) quien vio en los sombreros, una oportunidad para abrir el mercado de venta en ese país.
El problema con el nombre que, en efecto, era muy fácil de pronunciar, terminó por invisibilizar su verdadera procedencia y el proceso complejo que realizaban las tejedoras para conseguir que la paja adquiera un color crema y que los finos hilos se junten para que la luz no traspase el sombrero.
“Para hacer un solo sombrero de paja toquilla – que es como lo conocemos en Ecuador-, se necesitan mínimo tres artesanos: el taquillero, que es el que recoge la paja, la seca y le hace un tratamiento con azufre hasta que la fibra pierde todo verdor y adopta ese color tradicional natural que lo hace único. El que lo teje que, dependiendo de cuántos nudos tenga puede llegar a tardar hasta ocho meses en su elaboración. Y el que lo pule, le hace los terminados a los bordes y lo plancha”, cuenta Modesto Mero Pachay a El País.
Un nuevo bautizo
La empresa Cuyana que realiza sombreros de paja toquilla decidió lanzar una propuesta en change.org bajo el nombre “Esto no es un Panama hat” para devolverle al sombrero sus orígenes.
Es hora de cambiar el nombre del Panama hat y ponerle fin a la falta de reconocimiento de tejedores ecuatorianos. Exijamos un nuevo nombre que honre la verdadera historia de origen de este sombrero. Permitamos que los tejedores, en su mayoría mujeres, cobren vida en esta historia y sean quienes elijan el nombre de este sombrero”.
Cuyana ha conversado con organizaciones ecuatorianas para llevar a cabo este pedido y buscar apoyo. Entre las opciones de nombres para usar se encuentran: La Toquillera por la persona que realiza los sombreros o Montecristi hat, por el origen del accesorio.
Lea el artículo completo en inglés: ¿Why do we call it ‘Panama hat’ if it’s ecuadorian?