Quito, 15 jul (La Calle). – El economista y el excandidato presidencial, Andrés Arauz expresó sus cuestionamientos a la decisión del presidente Lasso de eliminar el examen de ingreso a la Universidad y el beneplácito de la Conaie.
«¿Se preguntaron si se elimina el examen de admisión a la educación superior pero permanece el examen de bachillerato? La mejora en el acceso no está en eliminar el examen, está en aumentar los cupos. ¿Aumentaron los cupos?», se pregunta Arauz.
Así mismo, cuestiona si el examen se mantendrá gratuito o las Universidad empezarán a cobrar. «Los exámenes que realizará cada institución de educación superior, ¿serán gratuitos o deberá pagar cada estudiante en cada institución? ¿Cómo debe pagar? ¿Efectivo o en la banca? ¿Cuánto costará?».
Otro tema suelto son los Institutos Tecnológicos Superiores que están a merced de la Senescyt. «El gobierno gestiona decenas de institutos tecnológicos superiores no autónomos. ¿Cada instituto realizará examen propio o el gobierno hará uno para todos los institutos?».
¿Cómo tener una educación superior pública de calidad?
Para Arauz, la clave está en el presupuesto que entrega el Estado a la educación superior. «El gobierno de Lasso NO ha recuperado los niveles de presupuesto a universidades e institutos que existían en 2017. Los recortes de Moreno por cientos de millones de dólares anuales se han consolidado», expresa.
El que controla el presupuesto de las universidades es el Ministerio de Economía, quien decide si entrega más dinero o no. «Las universidades hoy tienen que pedir permiso al Ministro de Finanzas, Pablo Arosemena, para hacer sus gastos o para crear una partida. Y el Ministerio bloquea y les quita presupuesto».
¿Qué pasa si no aumenta el presupuesto?
Si no aumentan los cupos con presupuesto, dice Arauz, el problema de falta de acceso se profundizará. «No habrá libre ingreso. Será costoso aplicar a cada U o Instituto. El sistema de admisión facilitaba la operatividad de aplicar a 5 o más universidades públicas en una sola gestión. La política correcta era más cupos para el acceso, más becas para garantizarlo y más presupuesto para la educación superior».