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La economía requiere mucho mayor impulso

  1. La recaudación del IVA revela que las ventas internas y externas acumuladas entre enero y septiembre de 2022 no produjeron ningún impacto mayor al observado el año 2021. Es que la actividad económica no crece con el vigor ni la expansión social necesarios para producir crecimiento, generar empleo adecuado y reducir pobreza. En los dos períodos la recaudación del IVA representa el mismo 4.1% del PIB (4). La ventas en 2022 se han realizado con mayores costos de producción y precios finales mucho más elevados.
  2. Lo propio ocurre con la recaudación arancelaria y la del Impuesto a la Renta. Ninguna de las recaudaciones muestra incrementos porcentuales relevantes en 2021 ni 2022, apenas de 0.2% del PIB en la del Impuesto a la Renta del 2022 a pesar de que a partir de este año el Impuesto a la Renta fue incrementado.
  3. El Presupuesto General del Estado no se apalanca en el crecimiento económico que el país requiere, sino en endeudamiento, mayores impuestos e ingresos petroleros cuyo precio el Gobierno no puede controlar. Son ingresos petroleros que entre enero y agosto de 2022 representaron el 11% del PIB para el Sector Público No Financiero (SPNF)(5). Por su parte el consumo de los hogares se apalanca en las remesas de dinero que envían los migrantes a sus cientos de miles de familiares pobres.
  4. El Presupuesto General del Estado es el principal instrumento de política fiscal y asignación equitativa de recursos públicos, pero se ha convertido en un simple estado de cuenta de ingresos y gastos que cambian durante el año mucho más allá de lo razonable. La realidad muestra que una cosa es lo que se presupuesta y aprueba anualmente y otra diferente la que se ejecuta.
  5. Las políticas económicas de los dos últimos Gobiernos han hecho que el nivel de la inversión social pública supere los límites de la vergüenza, mientras entre enero y agosto de 2022 el Balance Primario muestra un superávit equivalente al 3.1% del PIB y el Balance Global de 0.9% del PIB. No hay obra pública, seguridad ni servicios públicos medianamente razonables.
  6. Ecuador no requiere cualquier crecimiento económico sino el crecimiento compartido y sostenido que crea buen empleo, ofrece posibilidades de progreso y reduce pobreza. Pero Ecuador no tiene ese crecimiento sino uno frágil, inestable, lento y concentrado. El crecimiento ecuatoriano no genera empleo suficiente, no alcanza para todos, ni siquiera para la mayoría, apenas si llega a una minoría alrededor de 300 grupos económicos que concentran los beneficios con las graves consecuencias sociales que son evidentes.
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