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La democracia en peligro, otra vez (opinión)

Por: Omar Jaén Lynch / @kelme_boy

Periodista

Toca escribir estas líneas con una mezcla de temor por lo que se vendría, pero sobre todo con ira, con coraje, con bronca.

Ecuador está al borde de, quizás, el peor escenario político desde el regreso a la democracia. Y mira que durante los últimos tres años se han visto barbaries, pero nos encaminamos a una situación que no se vio ni siquiera en la dictadura militar.

El pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE) lleva dos días consecutivos sin poder sesionar porque tres de sus vocales (José Cabrera, Enrique Pita y Luis Verdesoto) se niegan a asistir. Urge que se realice esa sesión para que el organismo analice y resuelva sobre el fallo del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) a favor del Movimiento Justicia Social que dispuso que se le den los plazos a la organización para realizar sus procesos de democracia interna.

El objetivo de la Lista 11 es inscribir la candidatura presidencial de Álvaro Noboa.
Antes de continuar, dejemos en claro cómo llegaron al CNE los tres consejeros que se han hecho la pava.

El espurio Consejo de Participación Ciudadana Transitorio, comandado por el ‘emperador’ Julio César Trujillo, dejó encaminado un concurso de selección del nuevo CNE. Desde Carondelet, y con la anuencia de Trujillo, este nuevo CNE sería el reparto hecho organismo. Así, nuevamente los partidos políticos -los que por 3 años han sostenido a Lenín Moreno- serían los que decidan quiénes organizan las elecciones y cuentan los votos.

Luego del ‘concurso’ fueron seleccionados Diana Atamaint (candidatizada por Pachakutik), Esthela Acero (propuesta por Alianza PAIS). Enrique Pita (promovido por CREO), José Cabrera (impulsado por el Partido Social Cristiano) y Luis Verdesoto (planteado por la “Junta Cívica de Guayaquil). Por cierto, todos los que vivimos en Guayaquil sabemos que eso de “Junta Cívica” no es otra cosa que una logia socialcristiana más.

Es decir, el bloqueo que se vive en el CNE se debe a los dos votos del PSC y al restante de CREO. Nada de casualidad. Resulta obvio que Jaime Nebot y Guillermo Lasso corran contrarreloj para buscar una forma de frenar la candidatura de Noboa, pese a existir una sentencia de última instancia en firme.

Como para ir confirmando el escenario, el juez del TCE, Ángel Torres, reveló en una entrevista que tiene conocimiento de una reunión entre vocales del CNE con dirigentes políticos en Guayaquil con el objetivo de impedir la candidatura de Noboa.

Les aseguro que si esto hubiera ocurrido en otra época fuera escándalo que ameritaría flash informativo de Ecuavisa por 24 horas seguidas. Pero como ya es costumbre, el silencio cómplice de los grandes medios tradicionales se hace presente para escudar a quienes realmente gobiernan este país.

¿Dónde están los tuiteros que se bañaban en democracia?, ¿dónde están los ‘activistas ciudadanos’ que gritaban ‘democracia sí, dictadura no’?

Pero más allá de si permiten o no la inscripción de Noboa (que debería al tener un fallo de última instancia), hay otra motivación de por medio: aplazar la fecha de las elecciones. El objetivo es darle aire, darle RCP a una candidatura que ya ni siquiera está estancada, sino que se hunde. La idea es brindarle unas semanas más para continuar con campañas de desprestigio (en vez de hacer una con propuestas reales) para ver si aruña unos votos más.

Aunque también la meta es garantizar que sí o sí vaya la famosa consulta popular propuesta por Nebot que es al mismo tiempo lo único que mantiene viva la alianza con CREO. Los tiempos -si se cumpliera con la ley- ya no dan para convocar a un plebiscito, pero con unas semanas más y con la mayoría del CNE en el bolsillo, todo es posible.

Y ojo que también el gobierno de Moreno y sus cómplices se frotan las manos soñando despiertos para tener unos meses más para deshuesar aún más el Estado y vender lo que queda.

Lo que a lo mejor no calculan los titiriteros que están provocando este caos político es la reacción del electorado. En Samborondón están muy confiados en que si los Vera, Tinoco, Hinostroza, Oquendo, Pinoargote y demás siguen callados esto no provocará muchas olas. Cuidado se les duerme el diablo y resulta que la gente los castigará no solo en las urnas.