Quito, 20 jun (La Calle). – La Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) se fundó en 1944 con sede principal en Quito con el fin de promover y estimular el desarrollo cultural y libertad de pensamiento en Ecuador.
Esta institución no hubiera visto la luz sin la mano del escritor, abogado, político, diplomático y visionario Benjamín Carrión. El lojano estaba convencido del potencial artístico y cultural que tenía nuestro país y esperaba que destacara en este ámbito. Sabía que para eso se necesita un aporte de parte del Estado.
Por sus instalaciones han pasado diversos artistas de cada una de las ramas. Se forman cada día miles de ciudadanos que ponen en práctica sus habilidades artísticas y se abren al público diversas exposiciones.
La CCE, en su vida histórica, mantiene con el mismo fin de promover y estimular el desarrollo cultural. Por ello, está presente en todo el territorio ecuatoriano con núcleos provinciales que se articulan con la Sede Nacional en la ciudad de Quito, misma que cuenta con cinco áreas especializadas: Biblioteca, Cinemateca, Fomento Artístico y Cultural, Museos y Publicaciones.
La sede principal como sus núcleos en las 24 provincias buscan la integración de actores culturales urbanos y rurales que dan forma a la interculturalidad ecuatoriana. Uno de los valores más importantes de nuestro país, plurinacional, megabiodiverso y pluricultural.
¿Qué esta sucediendo en la actualidad?
El domingo 19 de junio del 2022, la Policía allanó la Casa de la Cultura Ecuatoriana por órdenes de la Fiscalía. La acusación era que en sus instalaciones se almacenaba material bélico. La Policía Nacional no encontraron nada y, aun así, en horas de la noche de ese mismo día la CCE se encontraba en poder policial.
“La cultura ha muerto”, dijo Fernando Cerón, presidente de la CCE, tras retirarse de las instalaciones. RH