Por: Alexis Ponce
1) No se confundan. No “perdió el país”. Perdieron USTEDES. Sólo con otro apagón informático y fraude escandaloso contra cualesquiera de los dos finalistas: sr. Aráuz o sr. Yaku Pérez, podrían imponer a la fuerza al tercero, a Lasso, como han intentado hacerlo. (Ver la denuncia de Yaku Pérez y Pachakutik al inicio de esta noche)
2) En democracia se respeta al que ganó, así sea su peor enemigo, ¡y se respeta y acata la voluntad popular!
3) ¿O únicamente se le respeta y se le alaba al pueblo cuando ganan sus candidatos y triunfa la Derecha? ¿Hicimos berrinche como ustedes, o lloramos desconsolados como lo hacen, o desconocimos los resultados acaso, cuando ganaron: el matón Febres Cordero en 1984, su Sixto de la virgen del Panecillo en 1992, el Mahuad en 1999, el Noboa en 2001 y el mismo Moreno en 2017?
4) Estamos muy contentos, pero no “por correístas” o “por yakusistas” (tan binarios ustedes en el Ecuador de siempre), sino por la gran lección de humildad inteligente y sabiduría intuitiva que le acaba de dar un pueblo ninguneado por ustedes en estos salvajes años de pandemia, a la insoportable soberbia de Las Grandes Derrotadas: la Oligarquía ecuatoriana, por racista, por clasista, por curuchupa, por inhumana, por egoísta, por ponerse la vacuna por encima de los más vulnerables y de los médicos ¡de primera línea!… Y la clase media transformada por la red social en esta horrible campaña electoral, en paranoica integrista y fanática conspiracionista del Fin del Mundo: “Viene otra Venezuelaaaaa” como le gritaban a Roldós y Borja “Viene otra Cubaaaa!”. Patéticas como Gangotena y los 4 Pelagatos: perdieron y punto.
5) Este pueblo, que no acaba de llorar a sus seres amados muertos por Covid-19, les acaba de dar un par de valientes chirlazos en la cara a las elites más poderosas (que se van a vacunar calladito en La Florida) como a la arrogante y arribista clase media.
6) “¡Gasten menos plata en sus propagandas y en su asesor de campaña (al que pagaron $5′ millones de dólares como cita su prestigioso encuestador Jaime Durán Barba), ¡y salven las vidas que no quisieron salvar en pandemia!” Eso les dice el pueblo llano. Todo resultado adverso debe siempre empujar a la autocrítica a los perdedores, si son buenos perdedores: “¿Qué hicimos mal?” (¿Les contamos qué nomás hicieron mal, o mejor se chequean y se hacen el ABC, lavado y balanceado ustedes mismos?)
Respeten los resultados. Porque para ganar una elección, no deben imponer el estresante terror psicológico vivido en 1978 (y que tampoco les sirvió de nada) . Dejen de insultar y de ofender. Y pónganse a pensar por qué el Ecuador por vez primera desde el retorno a la democracia es el único país del continente que vota como finalistas a dos candidaturas de izquierda y deja en humillante tercer lugar a la derecha.
Viva el Ecuador.
