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Involucrarnos en el juego electoral es tarea histórica (opinión)

El juego electoral – Por: Sebastián Jarrín / @seb_astian1001

El juego electoral es de dos vías. Por un lado, tenemos al candidato o candidata – los rostros visibles que deberían brindar propuestas – y por otro, a todos los demás en nuestra posición de electores que tenemos la responsabilidad de conocer las propuestas para dar un voto informado, al menos. Pero también es importante que nos tomemos el tiempo para analizar el tablero político.

Más de la mitad de personas, según encuestadoras, no saben por quién votar, un 47% desconoce cuándo serán las elecciones y cerca del 30% no se siente representado por ningún partido político. Claro, hay cosas más importantes que la política, como sobrevivir (literalmente). Todas las personas que están en la informalidad, pobreza, desempleo, difícilmente elegirán involucrarse en procesos políticos, pues un día que no trabajan es un día que no comen.

Para otros, el asco por la política viene de la corrupción hecha por “políticos”. El asco alcanza niveles que prefieren no involucrarse, pues “todos los políticos son iguales”, “todos roban”. La opción es entonces desentenderse de la política, creyendo que se puede tapar el sol con un dedo.

La realidad es que no vivimos aislados

Transitamos periodos históricos como humanidad. Tenemos instituciones, formales e informales, que forman nuestros sistemas políticos y económicos. Tenemos Gobiernos que configuran esos sistemas, los vuelven neoliberales, socialistas, extractivistas, malos, buenos… No podemos entonces desentendernos de quién va al Gobierno, eso sería un desacierto histórico. Para muestra un botón: mientras aquí se privilegia el pago de la deuda externa por encima del pago a maestros y doctores, en Argentina se declara servicio público a la telefonía celular, internet y tv paga, y ahora que son bienes públicos se congeló sus precios. Todo depende de quién está en el poder.

¿Qué pasó esta semana entonces en Ecuador?

Arauz pateó el tablero electoral, sobresalió entre tanto ruido. Lo hizo a tal punto que provocó algo que Nebot, Lasso, Sonnenholzner no habían conseguido: la unidad de la derecha. Sin embargo, no es la unión por un proyecto de país, es la unión por “evitar que vuelva el correísmo”, la unión por la descorreización. ¿A quién apoyará la derecha? No se sabe. Podría ser Lasso, pero lo dudo. ¿Algún outsider que cause el mismo efecto que el anuncio de Arauz? Tal vez, deben decidir ya. Decidirán con base a sus intereses de clase, empresario, político joven ¿Esteban Quirola, tal vez?.

Durante las elecciones es más fácil observar las relaciones de poder que durante los 4 años de Gobierno, pues en los 4 años se esconden detrás de Viceministerios, Subsecretarías, Embajadas, Direcciones. En elecciones desfilan, se abrazan, predican, usan los medios, las radios para aclamar al candidato de su preferencia. Por lo que ahora, el llamado es a estar atentos, involucrarnos, darle sentido y rumbo al país, informarnos, no permitir que el sometimiento a esas relaciones de poder, nos conviertan en individuos “no pensantes”, porque con el chivo expiatorio del correísmo, han querido imponer la idea en el imaginario colectivo de que todo lo que por ese lado se proponga esta mal, pero es una tarea individual determinarlo, parece trillado, cada cuatro años nos invitan a “conocer las propuestas de los/las candidatos/as” pero ahora vivimos un momento histórico, y el gobierno que venga debe, y nos corresponde exigirlo, “mandar obedeciendo”, como nos enseñan los zapatistas.