Quito, 27 nov (La Calle).- En un video de tres minutos el joven Brandon Cely, miembro del ejército en Cundimarca da su testimonio en apoyo al Paro Nacional e insta a los estudiantes a salir a las protestas. Horas después, termina con su vida.
Sueño Frustrado
Cely quería ser médico. A pesar de obtener buenas calificaciones en el bachillerato, no tuvo la ayuda de becas o créditos educativos por parte del estado. De manera que tuvo que estudiar enfermería y así poco a poco acercarse a su verdadera vocación.
Decidió servir a su país a través del servicio militar, al que apoyaría como auxiliar de enfermaría y técnico en sistemas. Un teniente incluso lo armó de valor para forjar la carrera militar. Sin embargo el papeleo costaría unos 20 millones de pesos (USD 3.781,26). Una cifra que no se podía permitir. Cada día iba perdiendo la esperanza.
Cabeza de familia
El mayor de cuatro hermanos. Brandon era el apoyo de sus tres hermanos y su madre, quién trabaja como vendedora ambulante. » «Mi hermana trabaja como vendedora ambulante en el centro. Por más de que trató que la alcaldía le diera una caseta, no fue posible. Ella vive con la presión de la policía que la sigue, la persigue, le rompe la chaza o hasta le quitan la mercancía», contó una de las tías del joven a la revista Semana.
Sacar la carrera de medicina era una tarea imposible. Sus hermanos seguían en el colegio y su mamá apenas lograba suplir los gastos básicos y el arriendo. En una familia que jamás conoció padre. El joven ocupó ese espacio.
Declaración grabada
«Aquí ha habido muchas injusticias con nosotros, cosas que tenemos que callar y agachar la cabeza. Hoy un cuadro señaló que yo era de izquierda extremista, siendo él de derecha extrema. Entonces me señalaron a mí como un disociado. Para salvaguardar mi bienestar, salí de la base lo que acarrea en la Justicia Penal Militar de 2 a 3 años de cárcel por delito de deserción. No me han dejado más opción que grabar este video para protestar y apoyar a los estudiantes y los invito a todos para que pelen. Peleen por nuestra educación», dice Brandon en la grabación.
Su familia no era ajena a la situación. Las cosas empeoraron cuando averiguó la cantidad de años de cárcel por deserción. No quería causar angustia a su familia a la que debía ayudar con su trabajo en libertad.
Las tías del joven piden la ayuda del gobierno para que los hermanos del muchacho puedan seguir sus estudios universitarios. El martes 26, con honores militares y canciones de vallenato, Brandon llegó a su último lugar de descanso.
Soldado desaparecido
Juan Sebastián Mendieta, otro joven soldado grabó un video, donde denuncia que ha recibido hostigamiento y amenazas por parte de superiores. Aparece con una capucha que se retira después para mostrar su rostro.
«¡No tenemos derecho a abrir fuego hasta que haya el mismo poder de fuego! ¡Que siga el paro, estamos peleando por derechos propios!», expresó. Hasta el momento no se conoce su paradero.