José Mujica, el guerrero de Uruguay, al borde de la agonía

Quito, 10 ene (La Calle).- El expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, de 89 años, compartió un emotivo y sincero mensaje sobre su estado de salud, revelando que el cáncer de esófago diagnosticado en abril de 2024 se ha extendido a su hígado. Ante esta situación, decidió no continuar con los tratamientos.

“Ya terminó mi ciclo. Me estoy muriendo. El guerrero tiene derecho a su descanso”, declaró al semanario local Búsqueda.

El líder histórico del Frente Amplio explicó que su avanzada edad, sumada a dos enfermedades crónicas, hacen inviable someterse a procedimientos médicos agresivos. “El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. Mi cuerpo no aguanta tratamientos bioquímicos ni cirugías”, afirmó Mujica, quien lideró Uruguay entre 2010 y 2015.

En un tono reflexivo, Mujica pidió privacidad para vivir sus últimos días y aprovechó para enviar un mensaje a sus compatriotas. “Lo que quiero es despedirme. Es fácil respetar a quienes piensan como uno, pero el fundamento de la democracia es respetar a quienes piensan distinto. Por eso, les doy un abrazo a todos”. Estas palabras resonaron profundamente en una sociedad que lo reconoce como una de las figuras más emblemáticas de la región.

Sus últimos días

El expresidente relató que planea permanecer en su chacra, ubicada en las afueras de Montevideo, donde dedica tiempo a trabajos cotidianos, como manejar un tractor que compró recientemente. “Todos los días ando un poquito en el tractor, aunque sea simbólico. Estoy acomodando las cosas para los que van a quedar aquí en la chacra. No tengo hijos, pero igual voy a dejar descendencia”, dijo, haciendo referencia a su legado.

Asimismo, Mujica reiteró su deseo de ser sepultado junto a su querida perra Manuela, bajo un sequoia que plantó en su propiedad. “Estoy haciendo los papeles para que me entierren allí. Y ya está”, comentó con serenidad. Este gesto simboliza su fuerte conexión con la tierra y su estilo de vida sencillo, que marcó su trayectoria política y personal.

Su médica personal, Raquel Pannone, confirmó que, a pesar de la metástasis, Mujica no experimenta dolor ni ha visto alterada su rutina diaria. “Es importante centrarnos en un señor de casi 90 años que tiene derecho a usar su tiempo como él lo considere”, expresó Pannone, reiterando el pedido de privacidad.

Gracias a la vida

A pesar de su delicado estado de salud, Mujica se muestra agradecido por la vida que tuvo. En una reciente entrevista con BBC Mundo reflexionó: “A pesar de todo, estuve muchos años preso, me pasó de todo, y luego fui presidente. Por eso tengo que gritarle gracias a la vida”. Este reconocimiento sintetiza la resiliencia de un hombre que dedicó su existencia a la lucha por sus ideales.

Por otro lado, el veterano político celebró haber dejado encaminado su proyecto político con la elección de Yamandú Orsi como presidente, quien asumirá el cargo en marzo. Mujica considera este triunfo como un paso hacia la continuidad de sus principios en el Frente Amplio y un cierre simbólico a su carrera política, que abarcó desde su militancia como guerrillero tupamaro hasta ocupar la máxima magistratura de su país.

El legado de José “Pepe” Mujica trasciende las fronteras de Uruguay, consolidándose como un referente internacional de humildad, austeridad y compromiso social. Su mensaje final, cargado de gratitud y dignidad, queda como un testimonio vivo de su filosófica manera de entender la vida y la política.

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