Hoy haré un inventario.
Guardaré en mi baúl solo lo que sirva,
lo que es útil, lo que es bueno.
Haré a un lado lo intrascendente:
las citas al apuro, los regalos interesados,
las sonrisas de salón.
Y seré yo, intensamente, sin máscaras,
sin compromisos.
En ese momento habitará desnuda
la eternidad en mí: el bramido del mar,
la queja del viento, el olor de la tierra mojada,
el amor a mi hijo, la noche en que en silencio
vi pasar una estrella fugaz.
Y no olvidaré que estoy en la Tierra
para dar lo que Dios quiera que dé
y para aprender a amar.
Hoy haré un inventario.
Contaré lo que gané, lo que perdí.
Recordaré a los que no están,
a los que se fueron y sus cuerpos
mudaron en una nostalgia viva
y su espíritu se agigantó
en mi memoria.
Revisaré mis metas fallidas, mis errores,
mis miedos, mis incertidumbres,
las cosas que juré hacer y nunca hice,
los propósitos de nuevo año que todos los años hago,
mis mentiras, dolores e hipocresías.
Y los miraré como una madre mira
a una hija oligofrénica,
con honda compasión y con ternura.
Hoy haré un inventario.
Recordaré a los amigos y sonreiré
como si tuviera un caramelo en los labios.
Pensaré en la presencia incorpórea de Dios
Y me sentiré acompañada,
y valoraré como si fueran diamantes
los pequeños detalles, las cosas chicas:
una sonrisa, una puesta de sol,
la sensación de paz una tarde cualquiera,
una plantita atrevida que creció furiosa en mi balcón,
una melodía compuesta por un amigo,
la oración serena de la noche
y a su hermana, la angustia, también bendeciré.
Hoy haré un inventario.
Y marcaré una raya en el libro de la vida
por el tiempo ladrón que pasa y
otra raya por las semillas sembradas.
Y miraré mis manos, sencillas y desnudas,
dispuestas a entregarse al nuevo año,
vacías y abiertas, como recién nacidas.
Sobre la autora
Aminta Buenaño, distinguida escritora ecuatoriana, diplomática y profesora universitaria, ha forjado una carrera literaria rica y reconocida a nivel internacional. Además de su maestría en género, Aminta ha destacado en el ámbito político, desempeñándose como asambleísta nacional, vicepresidenta de la Asamblea Constituyente y embajadora en diversas naciones.
Su incansable lucha por la igualdad de género y los derechos sociales la ha consolidado como una figura inspiradora en la sociedad ecuatoriana. Aminta Buenaño no solo ha dejado un impacto perdurable en la literatura, sino que también ha sido una voz fundamental en la diplomacia, abogando por valores fundamentales en la escena internacional.
Con una mente abierta y una pluma valiente, Aminta continúa siendo una figura esencial que comparte su sabiduría y perspectiva con el mundo, trascendiendo fronteras y dejando un legado duradero en la intersección entre la literatura, la política y la defensa de los derechos humanos.