Quito, 10 abr (La Calle).- Las intensas lluvias en Ecuador en lo que va del 2025 han provocado inundaciones severas, afectando a miles de ciudadanos y poniendo a prueba la capacidad de respuesta del Gobierno Nacional. Según la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), desde el 1 de enero hasta el 2 de abril, se registraron 2.272 desastres naturales relacionados con las precipitaciones, resultando en 22 fallecidos y más de 23.000 personas damnificadas.
Los registros superan las cifras del año anterior, evidenciando un patrón de intensificación del invierno. Las variaciones del clima han sido atribuidas a los efectos del fenómeno de El Niño y al deterioro ambiental. Comunidades enteras han quedado incomunicadas, y los servicios básicos se han interrumpido en zonas rurales.
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Provincias más afectadas y daños registrados
Manabí, Guayas y Pichincha han sido las provincias más golpeadas por la temporada invernal. Manabí reporta 82.676 personas afectadas, mientras que en Guayas y Pichincha se han registrado deslizamientos de tierra y colapsos estructurales significativos. En Quito, sectores como Turubamba Alto y Guápulo enfrentaron emergencias debido al desbordamiento de sistemas de alcantarillado y deslizamientos de tierra.
En Santo Domingo de los Tsáchilas, las lluvias provocaron el colapso de puentes peatonales y bloqueos de vías principales. Varias familias han sido evacuadas por las autoridades locales. Mientras tanto, la producción agrícola se ha visto comprometida, afectando el abastecimiento y los precios de productos esenciales.
Respuesta del Gobierno Central
Ante esta situación, la SNGR ha implementado el programa «Ecuatorianos en Acción», destinado a coordinar esfuerzos de asistencia humanitaria y mitigación de desastres. Este programa busca fortalecer la resiliencia comunitaria y proporcionar recursos esenciales a las poblaciones afectadas.
La entidad también ha activado sus unidades de monitoreo y ha reforzado la cooperación con gobiernos locales y organismos internacionales. Brigadas de emergencia han sido desplegadas en las zonas más críticas, mientras se gestiona la entrega de kits alimentarios, carpas y material médico. No obstante, las condiciones climáticas han dificultado el acceso a algunos sectores.
Colaboración ciudadanía y medidas preventivas
La SNGR insta a la población a mantenerse informada y seguir las recomendaciones oficiales para reducir riesgos. Es esencial que las comunidades en zonas vulnerables participen en programas de prevención y estén preparadas para responder ante emergencias.
La crisis climática actual subraya la importancia de políticas públicas enfocadas en la gestión de riesgos y la adaptación al cambio climático, con el objetivo de proteger a las comunidades y minimizar futuros impactos.
La colaboración ciudadana es clave para lograr una respuesta rápida y efectiva ante situaciones críticas. Desde la entidad se promueve también la capacitación comunitaria, con simulacros y charlas de preparación en escuelas, barrios y organizaciones locales.
Por otro lado, se hace un llamado urgente a las autoridades municipales para actualizar sus planes de contingencia y fortalecer las infraestructuras hidráulicas. La falta de mantenimiento en sistemas de alcantarillado y la ocupación irregular del suelo han exacerbado los efectos de las lluvias.