Quito, 07 may (La Calle).- El cónclave se reúne en el Vaticano para escoger al nuevo obispo de Roma y las tensiones se empezaron a sentir en la misa Pro Elegendo Pontifice, en la que el decano Giovanni Battista Re no nombró a Francisco y abrazó a Pietro Parolin, uno de los favoritos para sentarse en la silla de San Pedro.
Los 133 cardenales se reunirán a las 16:30 (hora de Roma) para la primera votación y la primera fumata se espera a las 19:00. Blanca si eligen al nuevo pontífice, negra sino llegan a un consenso. El cónclave más internacional de la historia tiene al mundo pendiente de quien reemplazará a Francisco.
Un cónclave diverso
De los cardenales electores 5 fueron nombrados por Juan Pablo II, 22 por Benedicto XVI y 108 por Francisco. Participan 133 cardenales con derecho a voto, representando a 71 países. En cuanto a la distribución geográfica, 53 son de Europa, 23 de Asia, 18 de África, 68 de América (16 de Norteamérica, 4 de Centroamérica y 17 de Sudamérica) y 4 de Oceanía.
Italia cuenta con 17 cardenales electores, Estados Unidos con 10, Brasil con 7, España y Francia con 5, India, Argentina, Canadá, Portugal y Polonia con 4. La distribución geográfica refleja la diversidad de la Iglesia.
Dos cardenales no asistirán al cónclave por enfermedad, el español Antonio Cañizares y el keniata John Njue. El cardenal bosnio Vilko Puljić votará desde su habitación en la casa Santa Marta, debido a su delicado estado de salud.
¿Cuánto duran los cónclaves?
La duración promedio de los cónclaves en los siglos XX y XXI ha sido de tres días. En dos días fueron elegidos Pío XII y Benedicto XVI. Juan Pablo II salió el cuarto día de cónclave y Pío XI tardó 5 días.
En el largo y caótico cónclave que siguió a la muerte del Papa Clemente IV, celebrado en Viterbo entre 1268 y 1271, los cardenales tardaron casi tres años en llegar a un acuerdo, lo que llevó a las autoridades civiles a tomar medidas extremas: sellaron el edificio, redujeron la comida a pan y agua, y finalmente retiraron el techo del lugar donde deliberaban, exponiéndolos a la intemperie.
Esta drástica presión surtió efecto y se eligió finalmente al Papa Gregorio X, quien, tras asumir el pontificado, instauró las primeras normas formales del cónclave en el Concilio de Lyon de 1274, marcando un hito en la historia del proceso de elección papal.