Quito, 04 feb (La Calle).- Los humedales de agua dulce y salada sustentan a la humanidad y la naturaleza. Silenciosamente, almacenan y depuran el agua para que podamos beberla o utilizarla para los cultivos. Más de 1.000 millones de personas dependen de los humedales para su sustento. Así también el 40 % de las especies del planeta, que viven y se reproducen allí.
Pese a la innumerable cantidad de aportes beneficiosos de los humedales al mundo —y de la reconocida necesidad de preservarlos—, el uso que estamos haciendo del agua dulce es cada vez más problemática. Según Ramsar.org, la web de la Convención sobre los Humedales en Ramsar, utilizamos más de 10.000 millones de toneladas de agua cada día, lo que implica un gran problema para la naturaleza.
«La pérdida y contaminación de los humedales han intensificado una crisis del agua que amenaza la vida en general», advierten. Latinoamérica es la región del mundo con mayor tasa de deterioro de humedales del planeta: 59% de sus pantanales están disminuyendo.
En el mundo:
- Se ha perdido casi el 90% de los humedales desde 1700, y los que quedan están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques.
- 25% de todas las especies que habitan en los pantanalesy una de cada tres especies de agua dulce están amenazadas de extinción.
- El cambio climático está reduciendo las aguas superficiales y subterráneas en regiones ya áridas, provocando una mayor competencia por el agua.
El 27 de julio de 1981 se agregó el primer humedal latinoamericano a la lista Ramsar de Humedales: el Santuario de la naturaleza Carlos Anwandter, en la región chilena de Los Ríos. El Santuario se originó como consecuencia del terremoto de Valdivia de 1960. El sismo causó el hundimiento de las riberas del río Cruces, formando un humedal de más de 6.000 hectáreas, que con el paso del tiempo se pobló de flora y fauna acuáticas.
Se utiliza más agua de la que la naturaleza puede reponer, y así se destruye el ecosistema del que más depende la vida en general: los humedales. Los expertos advierten que es una crisis, y que América Latina es la región del mundo con mayor tasa de deterioro de pantanales.