Quito, 27 de dic, (La Calle).-Recuerdo que en casa de mis padres había un cajón prohibido.
En ese lugar secreto al interior del armario, entre ropa interior y manteles, se encontraban enciclopedias de sexualidad, y otros recuerdos de su soltería.
Husmear estaba prohibido, pero igual lo hacíamos con mi hermano, hasta que una tarde ese contenido maravilloso desapareció para siempre.
Secretos.
Secretos de familia en los que es mejor no husmear es una de los temas de Imperdonable de Nora Fingsheidt (Sistem Crasher), que cuenta con la magnífica actuación de Sandra Bullock.
El filme ahonda en este espacio de las memorias, donde habitan los primeros recuerdos. Bullock se presenta tan culpable como Joseph K, el protagonista de el Proceso de Kafka. Luego se explican las causas y siempre late la posibilidad de un acto heroico encubierto.
La directora, a través de la técnica del flashback, se introduce en el mundo de las memorias tempranas, donde ocurrió un hecho trágico.
Es extraño hablar de esta película por esta arista, cuando la mayoría de críticas cruzan por el hecho de la pregunta central, ¿cuándo se purga una pena?, ¿una persona está libre de su error?, además, en el rostro de Bullock se dibuja esa pregunta durante todo el filme.
Coctel bien mezclado que van desplegándose en todas las situaciones del filme, los roles secundarios y los cambios de giro constantes. Los actores van cambiando a medida de que la película avanza, lo grandioso es que se nunca se exonera del todo esa culpa ni con el abrazo final.
Bullock fantástica.
Vuelvo al proceso de Kafka y a esa culpa profunda de husmear en un cajón prohibido.