Economista Marco Flores T.
Abril 17 de 2023
La economía tiene principios y fundamentos que no pueden simplemente ser ignorados para tratar de posicionar resultados inexistentes. Uno de ellos es que para crear nuevo empleo y reducir pobreza es indispensable alcanzar crecimiento económico suficiente y sostenido.
El año 2020 el PIB de Ecuador se desplomó y redujo 7,8% respecto del año 2019 en que ya había sido deficiente con 0,0% de crecimiento. El rebote económico que autónomamente siempre ocurre tras el desplome de cualquier economía ha coincidido con los 2 primeros años de gobierno del presidente Lasso. Pero nada más.
Si se desploma la economía (PIB) como ocurrió en Ecuador el año 2020 es evidente que la comparación de los sucesivos indicadores económicos hay que hacerla respecto del último año previo al desplome hasta superarlo y ese es el año 2019. Lo obvio no requiere de explicación.
La recuperación de la economía observada los años 2021 y 2022, exclusivamente se debe a ese rebote autónomo de la economía y sin duda a los 9000 millones de dólares enviados por los migrantes ecuatorianos, pero en ningún caso a la política económica del gobierno que se ha caracterizado por ser contractiva en la crisis y por reducir drásticamente la inversión pública.
Ese rebote económico recuperó el PIB 4,2% el año 2021 y 2,9% el 2022. Sin embargo, Ecuador fue el único país de la región que en 2 años no recuperó la pérdida 7,8 puntos porcentuales del PIB ocurrida el año 2020. Como muestra el gráfico todavía se encuentra por debajo del PIB del año 2019.
Únicamente cuando Ecuador supere los niveles del PIB del año 2019 tendrá crecimiento económico, por debajo de ese nivel, sólo rebote económico, cambio estadístico, y no es lo mismo.
