Fuente: Sputnik News
Quito, 06 ago (La Calle).- Llegar es muchas veces más importante que cruzar la meta en primer lugar. Esa es una de las elecciones que cada cuatro años dejan los Juegos Olímpicos y que el atleta ecuatoriano Claudio Villanueva representó a la perfección, al punto de ser ovacionado por propios y extraños a pesar de haber culminado último entre 47 corredores en la prueba masculina de marcha atlética de 50 km.
La gloria quedó en manos del polaco Dawid Tomala, que con un tiempo de 3:50:08 se quedó con el primer lugar y la medalla de oro en la competencia que obliga a los corredores a desplazarse lo más rápido posible pero manteniendo siempre uno de sus pies en el suelo.
Detrás de Tomala llegaron el alemán Jonathan Hillbert y el canadiense Evand Dunfee, que se calzaron las preseas de plata y bronce, respectivamente. La ardua competencia tuvo a otros 47 corredores en cola, además de dos descalificados y otros diez que no culminaron la carrera.
Pero cuando los premios ya estaban repartidos, la atención se centró en el ecuatoriano Villanueva, que alcanzó la meta en último lugar y con un tiempo de 4:24:34, más de una hora después que el polaco que se llevó el oro.
A pesar del pésimo tiempo marcado, los últimos minutos de la carrera de Villanueva encontraron los aplausos y el aliento de los voluntarios que ya se alistaban para dar por culminada la competencia. La transmisión oficial, lejos de centrarse exclusivamente en los ganadores, siguió de cerca los últimos kilómetros del ecuatoriano.
Apenas cruzó la línea de llegada, Villanueva rompió en llanto, demostrando el valor que, a pesar de haber quedado en último lugar, tenía para él poder completar la prueba.
Pero la emoción del ecuatoriano por cruzar la meta escondía algo más: los últimos meses de Villanueva fueron un calvario que pudo haberle frustrado la oportunidad de estar en Tokio y haber completado la carrera tuvo, para él, sabor a revancha.
¿Qué le pasó al atleta ecuatoriano Claudio Villanueva?
Villanueva se había asegurado un lugar en los Juegos Olímpicos de Tokio en febrero de 2021, cuando logró una marca de 3:47:56. Su performance auguraba buenos resultados y de hecho, de haber repetido ese tiempo, hubiera quedado en primer lugar, por delante del polaco Tomala.
La esperanza por participar en los Juegos Olímpicos rápidamente se convirtió en tristeza: a poco de asegurarse su clasificación, el entrenador de Villanueva, Luis Chocho, falleció como consecuencia del COVID-19. «Eso me afectó mucho porque a Lucho lo consideraba mi familia, vivimos muchos momentos», dijo el atleta, según recogió el sitio web del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE).
siguientes estuvieron signados por lesiones que, en principio, Villanueva intentó desestimar, al punto de no reportarlas a la Federación Ecuatoriana de Atletismo o al COE.
En poco tiempo, el atleta acumuló una rotura en el isquiotibial, bursitis, y tendinitis en las dos rodillas. Sin embargo, optó por no pedir la ayuda que necesitaba.
«No comuniqué mis problemas a nadie, quería solucionarlos solo. Sin embargo, se me fue de las manos», explicó, arrepentido.
Cuando ya no pudo ocultar sus dolores, Villanueva reportó su lesión y comenzó una intensa rehabilitación en Guayaquil a cuenta del Comité Olímpico Ecuatoriano. Logró el cometido de poder participar de los Juegos, aunque el fantasma de los dolores no desapareció y el atleta inició la carrera de 50 kilómetros con molestias en su pierna izquierda y en las dos rodillas.
El ecuatoriano reconoció que competir en esas condiciones le fue imposible, a pesar de que su marca original le hacía mantener esperanzas. «Soñaba con una medalla y darle un homenaje a Luchito», lamentó.
De todos modos, sí homenajeó a su entrenador de otra manera: completando la competencia a pesar de no tener posibilidades y ganándose el respeto de todos los atletas.
«Desde arriba, desde el cielo, mi entrenador Luis Chocho me enseñó que nunca hay que rendirse. Mi padre me decía ‘lo que empieces tienes que terminar, mi madre vendiendo frutas en el mercado para sacarse adelante, mi esposa viéndole cómo cuida a mis niños. Santi, mi hijo, un niño con parálisis cerebral y ceguera, cada día va mejorando más. Joaquín mi otro hijo también me motiva, son mis inspiraciones», recordó.
Mientras proyecta tener revancha en el Campeonato Mundial de Atletismo que se disputará en Oregon, EEUU, en 2022, Villanueva ya se ganó el afecto de todos los ecuatorianos en redes sociales, donde las imágenes de su llegada se volvieron virales.