Quito, 8 nov (La Calle).- Un miembro de la Policía Nacional que participó en los allanamientos a la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, reveló que en las celdas de los presos encontraron desde electrodomésticos hasta mascotas, como perros pitbulls.
Ya es cuento viejo que en la «Peni» o cualquier otra cárcel del Ecuador se decomisen armas de fuego, cuchillos, machetes, municiones y drogas. Sin embargo, no se esperaría que dentro de los pabellones, los reos tengan mascotas o congeladores de gaseosas y bebidas alcohólicas, según un reportaje de diario Extra.
Todo esto halló uno de los uniformados que fue parte de los operativos los días jueves 3 y viernes 4 de noviembre. En este centro carcelario ocurrieron cinco de las nueve masacres acontecidas desde 2021.
Mucho peligro…
El agente policial comentó que pertenece a una de las unidades tácticas de la Policía Nacional. Añadió que ingresar a la Penitenciaría del Litoral es uno de los procedimientos más peligrosos.
«Sabemos que la gente del interior está armada y que muchos no tienen la intención de recuperarse, que se han acostumbrado a vivir allí. Incluso imponen sus costumbres como grupo de delincuencia organizada. Le mentiría si le dijera que no se tiene miedo, pero a la larga es parte de nuestra función y para lo que nos entrenamos», mencionó el policía al medio.
La peligrosidad es tal que tres unidades tácticas de las fuerzas del orden entran primero: el Grupo de Intervención y Rescate (GIR), el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y el Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA). Después de ellos, ingresan los uniformados de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UNO) y por último el personal del servicio preventivo de inteligencia.
«Siempre vamos en número elevado. Los presos no solo están armados con pistolas, sino con armas de grueso calibre. Por el peligro, no distinguimos entre pabellones», dijo el agente.
Las mascotas
La peculiaridad más grande de los allanamientos fue que en los pabellones 2 y 5 se hallaron dos perros de raza pitbull, electrodomésticos, refrigeradoras y neveras con comida y bebida. «Ellos adentro tienen todo. No sufren hambre», recalcó.
Es sabido que todo eso entra con el aval de las autoridades del centro penitenciario. Sin embargo, tras las requisas deben entregar lo decomisado -incluido los perros- a los funcionarios de la cárcel.
La culpa es de…
Finalmente, el gendarme señaló que la Policía no tiene el control de la cárcel, sino los guías penitenciarios son los que manejan todo. «Ellos tienen las llaves de las celdas».
Reprochó que los carcelarios complican el trabajo de la Policía, pues no les entregan las llaves en los operativos. Por esta razón, los uniformados se ha visto obligados a usar distintas tácticas para abrir las puertas de los pabellones y las celdas, contando además que los internos esperan armados.