«Hasta el próximo golpe, Latinoamérica» | Opinión

por Alexis Ponce

Así como cita el diario argentino Página 12: «Un juez antiderechos de Mar del Plata festejó el intento de golpe en Brasil«, así mismo piensa y actúa la neo-bestializada extrema derecha actual del mundo y del continente.

Y ella gana las paredes y las calles. La izquierda, los movimientos sociales, las ONGs, el centro, las comunidades zurdas y los progresismos se encierran. Ya no pintan.

Ellas ganaron las redes sociales, el Twitter, el Tik Tok, el Facebook, etc.; los otros no unifican sus pocos medios digitales restándole potencia al mensaje de cada uno y a sus «narrativas», como dicen y saturan de tanto decirlo algunos académicos.

Ellas, las ultraderechas, aplican no sólo el modelo de invasión del Capitolio de EE.UU. sino, paradoja de la historia, el ‘primer ejemplo modélico’ en Latinoamérica, de «la Cuarta Vía» (H. Dieterich): el 21 de enero de 2000 en el Ecuador: la vía putschista, la alianza entre muchedumbres movilizadas, militares y policías, tomándose el congreso, el palacio de justicia y más lueguito el Palacio de Gobierno. Así sacábamos a Mahuad, otros ponían a Lucio, Vargas y Solórzano, y ellos pusieron finalmente a Gustavo Noboa.

Ellos amenazan ahora con las tomas de Petrobrás y refinerías para exasperar y explosionar el país. Los otros apuestan todos los huevos (rotos) en una sola canasta y del mismo sistema que les hace lafware: Fiscalía, Justicia, Policía y Militares. Sólo un movimiento ha pedido Movilización Obrera urgente de sindicatos y trabalhadores rurais.

La ultraderecha sale del clóset sin ningún tipo de recelo y vergüenza. Parecieran decir: «Nuestra hora ha llegado por fin en todas partes, colegas Benito y Adolfo».

Este juez jurásico argentino, cuyo caso expone Página 12, es un juez ‘en servicio activo’, emite tuits alabando el bolsonarazo del domingo. Pero ellos, por contraste, piden activar organismos regionales sin poder de represión ni coerción efectiva: CELAC, Alba, Mercosur y la ONU. Que están bien para la lucha política y simbólica y para imponer sus «narrativas». Pero insuficientes porque desconocen el lema de Mao «El poder está en la punta del fusil».

Lula, estadista de horizonte mundial, si está asesoría gratuita recibiera, debiera ir ya a los países que forman los BRICS: China, Rusia, India, y Sudáfrica, para establecer urgente una agenda completa en todos los campos que requiere una emergente Desbolsonarización nacional y continental, y pasar luego a la sede de la ONU en New York para solicitar que sin pérdida de tiempo, apoyado por los gobiernos que de boca para afuera dicen solidarizarse con él y el Brasil, se active pronto el caso Bolsonaro, por ser un criminal de lesa humanidad, cuyo caso ya está en manos de la Corte Penal Internacional: para los cabecillas del Golpe Híbrido (las causales motivadas ya las expliqué en mi reciente texto, a poco de conocerse el domingo «el golpesiño a control remotiño -desde Miami, «territorio ‘libertario’ en América»-, alentado por el hijueputiña ahora declarado enfermiño de la cloroquiña o de la pre-cloaquiña o «panziña» lo cual sabe a mentiriña goebbeliana).

Hasta tanto ciertos funcionarios de EEUU hablan de no renovar la visa al «enfermo» hitleriano. Pero Steve Bannon ríe, con Vox y Kiev.

Rusia y China: expectantes. Las redes sociales de propiedad privada de 2 o 3 mega-magnates que repugnan, se convirtieron en los medios e instrumentos del ataque, la fuente principal del plan y el megáfono de convocatoria al golpismo bolsonariano; al más puro walkie- talkie y equipo de radiocomunicación del facho Pinochet y su almirante Carvajal, otro facho como el General: «Y el avión se cae, viejo». En Brasil no hay visos de un cambio cupular militar del alto mando ni de la facha policía brasileña.

Hasta tanto 12 muertos más en el Perú del fujimorismo y los señoritos de daga, veneno y horca. La extrema derecha en Argentina apoya a Bolsonaro abiertamente y sólo cuando la cosa variaba, empezaron a «tomar distancia», aunque unos pocos no más.

Solo un sector de izquierda ha pedido en Brasil el masivo resguardo obrero, movilizado y en las calles, en cuidado de Petrobrás y las refinerías y para la urgente reversión de todas las medidas anti laborales y privatizadoras de Bolsonaro y Temer. El gobierno amplía el gabinete y las alianzas con un sector ex-bolsonariano. Y uno de sus voceros objeta la Movilización Obrera y Huelga de los millones de trabajadores de los Uber y Deliverys que empezarán dentro de poco, con el argumento de que «le hacen el juego a la derecha». Por lo tanto, tomar las calles sólo se le deja a la ultra-derecha. La «Pedro Castillización» del progresismo latinoamericano es patética.

Sólo Bolivia: la COB, Arce, el MAS, Álvaro García Linera (el mejor intelectual del Sur con experiencia en el poder) y Evo, esgrimen la Movilización Directa de obreros y campesinos para enfrentar al golpismo camachista y defender la democracia.

Oigo en la medianoche la conferencia de un intelectual francés en la Argentina, en un podcast: «Hubo primero la Posverdad. Hoy tenemos la Posdemocracia». Pero no parecen darse cuenta la mayoría de movimientos sociales y progresismos de ello. A la ultraderecha le apesta la democracia y vomita sobre ella. Le enoja la democracia como a millones de patal’suelo sin esperanzas, que les provoca náuseas la democracia y quieren que los congresos se cierren en toda Latinoamérica. Pero, oh paradoja, en Ecuador la Asamblea Legislativa parece darle la razón al folklorismo sin norte: ninguna resolución de alerta estratégica hay sobre un buscado como probable golpe blando en Quito en las elecciones-consulta; ni una condena a Bolsonaro tampoco, ni ningún llamado a Lasso a marcar distancia de su amigo personal Jair Messías. Resuelve de forma macondiana más bien, días atrás, y con el voto de apoyo de progres, pachas, idés, creos y social-cristianos: aprobar la celebración del «Día Nacional del Bizcocho y del Queso de Hoja».

Si estas son las ‘vanguardias’ institucionalizadas, no se sorprenda usted lector/a de si acaso no está asistiendo a la entrada al tobogán: es decir al probable triunfo del Sí en la consulta. Ya sólo un «milagro de Diosito», muy al estilo de la frase del privatizador ministro Santos Alvite, entonces, podría lograr el escenario contrario. No perdemos la esperanza, pero tampoco la objetividad.

Aparece ya muy claro el fantasma que recorre América: el de la totalitaria y seudo «libertaria» Destrucción Simultánea en varios lugares, de la «República de Weimar» (léase la democracia, ésta vez, otra vez, en Latinoamérica), minada por la ultraderecha y por los errores de bulto del ‘pueblo institucionalizado’.

Por otra parte, Emir Sader concluye un análisis del ataque, con dos colosales errores anti-marxistas: creer que la salida es sólo institucional (judicial, fiscal y legislativa) y que ha sido «derrotado» [sic!] el Bolsonarismo.

Le Pen, Víctor Orbán, Vox, Milei, y la Fundación Ecuador Libre estarían muertos de risa, burlándose del insigne oráculo de Delfos de los progres y las izquierdas institucionalizadas y sociales.

Recuerdo el Tancazo de junio ’73 en Santiago y la resolución de la izquierda institucional: «Ha sido sofocado el intento golpista. Nuestro ejército es leal, ejemplar e institucionalista».

Cuando ingresé a la Univ de La Tierra a fines del 2022 propuse una jornada de eventos para conocer, desmenuzar, analizar, estudiar, aprender y deshuesar, las Olas, estrategias y puntos débiles de la extrema derecha en el Ecuador, Latinoamérica y el mundo.

Entre 2010 y 2012 propuse tema parecido, pero de alcance continental y con un eje global de actores, al estilo «Encuentros Mundiales de Solidaridad con La Revolución Bonita» liderada por el desaparecido Hugo Chávez. Nadie, o pocos sabían entonces, los nexos entre Vox y los integrismos religiosos anti derechos en el Ecuador. Pero como el tema lo centraron luego en «la defensa de la familia», y el «no al aborto», no se entendió que ya empezaba a larvar un movimiento hoy mundial y regional a la ofensiva, no «derrotado» don Emir.

En 2016-17 sugerí nuevamente el tema en otro espacio colectivo de análisis; y un cuate, muy cercano a «Democracia Sí» minimizó la iniciativa con esta perla: «Trump es marginal y la extrema derecha ecuatoriana igual. No pierdas el tiempo con eventos para analizar esa cantaleta del auge de la extrema derecha. Hay temas más importantes». Terminaron en la extrema-derecha ellos, juntándose al facho que apoyan Lucio Gutiérrez y Gustavo Larrea: el Sr. Páez. Nunca creí que habría miristas de antaño en esta segunda década del siglo 21 en el Opus-Dei.

En fin: ¿tendré que reivindicar en voz alta a «Los Cachorros de Montalvo» (la frase fue de Raúl Andrade) y al bellísimo, por digno, tiranicidio del 6 de agosto de 1875, para que nos entiendan? Hablo metafóricamente, por si acaso. No convoco a lo que Alejandro, el querido hermano mayor de ILICH Ulianov y Narodnayia Volia consideraban la desesperada y única vía para acabar con el zarismo.

Para no ser mal interpretado, calumniado y denunciado por los amiguetes informáticos del Crnel. Pazmiño y Villavicencio («facho con rabo de puerco», como lo dibuja siempre la Genial Vilmatraca), ante su bienamada, DEAizada y FBI: efe-be-i-zada fiscalía de «Diana la cazadora», cazador de guevaristas, correístas y Conaie-boys, quiero decir que hablo de una metáfora político- literaria de alcance continental, para descabezar culturalmente al violento tsunami proto-fascista en este continente. Y que no me mal intreprete la ultraderecha: no voy a abogar por un tiranicidio contra el que fuera padrino de Tahisita y compadre de Nellyta por un año (ver mi reciente exposición en el canal YouTube de la Comisión Legislativa de DDHH sobre las Discapacidades y l@s cuidador@s con Enfermedades Catastróficas). No, señor Danilo Carrera, no soy Juan Montalvo, por desgracia, «aunque ganas no me faltan (Eduardo Galeano dixit) de ser Faustino y caerle a machetazo limpio a más de uno».

Corchete de transiciones históricas: LAS ‘4 GENERACIONES DECAPITADAS’ DEL ECUADOR:

Juana Terrazas, Roberto Andrade, Polanco, Cornejo y Moncayo para mí son «la primera generación decapitada» en el Ecuador; la segunda fue la de los poetas malditos de mi país, obligados al suicidio por una hipócrita sociedad que antes obligó al suicidio a Dolores de Veintimilla y que a los vates criollos seguidores de Baudelaire, Verlaine, Poe, Mallarmé y Rimbaud, en Macondo, los satanizó con sus titulares estilacho facho: «¡Abajo los morfinómanos!»; la tercera generación decapitada fue la también generación juvenil de los ’80: los jóvenes del AVC, inmolados por el SIC-10 en el Febrescorderismo, algunos de cuyos sobrevivientes queridos me honran con su amistad; y posiblemente debiera añadir una «cuarta generación decapitada»… la que quizás está en camino: «Ya viene Yakarta» nunca ha sido pintado por la ultraderecha en las paredes del paisito, como lo hicieron los chicos nazis de «Patria y Libertad» en Valparaíso y Santiago en aquel primer semestre de 1973. «El Huevo de la Serpiente» hace rato que se rompió en este continente, y la mayoría de pensadores y activistas no lo cachan todavía].

Posdata por si acaso: la metáfora de «las 4 generaciones decapitadas» no es del citado y querido escritor y editorialista Raúl Andrade, quien la creó en su «Retablo…» para siempre, en referencia a nuestros hernanos mayores: Arturo Borja, Humberto Fierro, Ernesto Noboa y Caamaño, Medardo Ángel Silva (y Soledad Paz); sino que es mía: la acabo de acuñar, parafraseando al maestro autor del texto, únicamente el prefacio histórico.

Para despedirme: ¿conocen a Gernot Ernst, o han oído hablar de él, los progresistas e izquierdistas amigos?

Les dejo de tarea hasta el próximo golpe; disculpen: hasta el próximo escrito. Les doy una pista: el segundo link del diario Página 12 de Argentina. 👇🏼

Dedicado a: la memoria viva de Dana, a menina do corpo dourado… minha loira gatinha do Porto Alegre,

Apoya a Radio La Calle ($2,00)