Quito, 17 jun (La Calle).- El aumento de las muertes violentas, los sicariatos y las vacunas son los síntomas de una enfermedad que se ha tomado – poco a poco – el Ecuador y de la que no hemos podido salir: el narcotráfico. Las mafias europeas, los carteles mexicanos y las bandas organizadas acechan en el país con el objetivo de transportar y vender drogas, especialmente la cocaína.
El problema se expande a los puertos europeos hacia donde llegan las sustancias, el aumento de este problema ha llevado a los medios internacionales a recabar información y mostrarnos la ruta de la cocaína, de la que Guayaquil es un puerto clave, específicamente el Puerto Marítimo, desde donde salen contenedores con bananos para la exportación contaminados del alcaloide a España, Italia y otros destinos del Viejo Continente.
Punto 1: Haciendas bananeras
El primer punto son las haciendas bananeras en la Costa – provincias como El Oro, Los Ríos o Guayas. En el reportaje de En Portada, el programa de investigación de RTVE explican que después de cargar los tráileres con las medidas de seguridad, salen rumbo al puerto y en el camino, las bandas delincuenciales los receptan, desenganchan el contenedor y lo llenan con cocaína para después alcanzar al conductor y que siga el trayecto.
Punto 2: Terminal Marítima de Guayaquil
En la Terminal Portuaria se hacen las revisiones, pero el reportaje muestra que no existe la tecnología necesaria – escáneres por ejemplo – para detectar las sustancias ilícitas y deben utilizar otros métodos como los perros entrenados para la búsqueda de drogas. Hasta abril de 2024 se encontraban 48 toneladas de droga, solamente de la zona 8 (Guayaquil, Daule y Durán), retenida en los patios de la Policía esperando la orden judicial para ser destruida. Un kilo de cocaína se vende entre los USD 1.300 a 1.500, en España el precio sube a 20.000 a 25.000 euros. «A veces hemos llegado al punto en que no tenemos dónde más guardar», le dijo uno de los agentes a la Televisión española.
Punto 3: Puertos en Europa
La vigilancia se recrudece en Europa con el incremento de los envíos de cocaína. El Servicio de Aduanas de España monitorea con especial atención la Costa Gallega, el Estrecho de Gibraltar y el Levante al ser puntos calientes del narcotráfico.
Los trabajadores de aduanas explican que la mayoría de ciudadanos que se encargan de recibir y descargar los alijos de cocaína son de nacionalidad albanesa. Los miembros de la Policía indican que una vez llegan los contenedores al puerto se realiza un seguimiento discreto de los que se tiene sospecha que podrían llevar cocaína en su interior.
Si tienen éxito, las familias albanesas dentro del negocio del narcotráfico empiezan a distribuir la droga al interior de Europa. En 2023, la vigilancia aduanera incautó 90 toneladas de cocaína. (MIB)
