Quito, 30 ago (La Calle). – El último presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y padre de la perestroika, Mijaíl Gorbachov, falleció en Moscú a la edad de 91 años.
“Esta tarde tras una larga y grave enfermedad falleció Mijaíl Gorbachov”, dijeron fuentes del Hospital Clínico Central a la agencia RIA Nóvosti.
Si usted tiene menos de 25 años probablemente no sabe quién fue este personaje histórico. Si tiene más de 25 años es posible que sepa que con la llegada de Gorbachov no solo terminaron 74 años de dominio político e ideológico de la URSS, si no que marcó el fin de la Guerra Fría y la llegada a la globalización.
Nació el 2 de marzo de 1931 en Privólnoie (Krai de Stávropol), cerca del Cáucaso, en Rusia.
Entró a la Unión Comunista de la Juventud (Komsomol) en 1946 y durante cuatro años trabajó como operador ayudante en una cosechadora de cereales. En 1950 empezó a estudiar en la Universidad Estatal de Moscú, ingresando en 1952 en el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). En 1953 contrajo matrimonio con Raísa Maksímovna Titarenko, estudiante de Filosofía, con quien tendría una hija, Irina, en 1957.
En 1955, obtuvo el título de licenciado en Derecho por la Universidad de Moscú. En 1985 cuando fue elegido secretario general del Partido Comunista, Gorbachov anunció que la economía soviética estaba estancada y que la reorganización era necesaria. Inicialmente, sus reformas fueron llamadas uskoréniye (aceleración), pero después los términos glásnost (liberalización, apertura, transparencia) y perestroika (reconstrucción) se hicieron mucho más populares.
Las reformas
El primer gran programa de cambios introducidos por Gorbachov fue la reforma del alcohol de 1985, con el objetivo de luchar contra el alcoholismo en la Unión Soviética. Se regularon los precios del vodka, el vino y la cerveza y se limitaron sus ventas. En consecuencia 100 millones de rublos pasaron a manos del mercado negro.
Entre los cambios durante la glásnost están: mayor libertad de culto y expresión. Gorbachov buscaba el apoyo de los conservadores del Partido Comunista a sus políticas de reestructuración económica. No obstante a finales de 1980 se hicieron presentes la escasez de productos básicos y se retorna a las cartillas de abastecimiento, grandes deudas y la disminución de las reservas de oro.
La Ley de Cooperativas promulgada en mayo de 1988 fue, tal vez, la más radical. Permitía que la propiedad privada de las empresas de servicios, la industria manufacturera y los sectores de comercio exterior.
En noviembre de 1989, se produjo la caída del Muro de Berlín que reunificó a Alemania, un hecho al que contribuyó la política internacional de Gorbachov. Un mes después se reunió con el Papa Juan Pablo II, era la primera vez que un presidente soviético visitaba a un Santo Padre en el Vaticano.
En 1990 recibió el premio Nobel de la Paz por los cambios en las relaciones entre el Este y el Oeste.
La caída de la URSS
Aunque en un referéndum de 1991, el 78 % de los votantes optó por el “sí” a la continuidad de la Unión Soviética, la firma del Tratado de Belavezha, promovido por el presidente de Rusia Borís Yeltsin, disolvió de facto la Unión Soviética, al separarse la RSFS de Rusia, RSS de Ucrania y RSS de Bielorrusia.
Las consecuencias más graves de la perestroika se dieron en el plano económico. La mayor libertad de empresa y el libre mercado ahondaron más la pobreza en la población El 25 de diciembre de 1991, se disolvió oficialmente la Unión Soviética y, tras la negativa de los presidentes de las Repúblicas de las demás repúblicas de reconocer los órganos de poder central, Gorbachov optó por dimitir de su cargo.
Vida después de la presidencia
Gorbachov se mantuvo activo en la política rusa. Durante los primeros años de la era postsoviética, expresó críticas a las reformas llevadas a cabo por el presidente de Rusia Borís Yeltsin.
Tras su fracaso en las elecciones de 1996 fundó el Partido Socialdemócrata de Rusia, del que renunció en 2004.
Gorbachov apareció en numerosos medios de comunicación desde su dimisión del cargo. En 1993, apareció como él mismo en la película de Wim Wenders ¡Tan lejos, tan cerca!, la continuación de Cielo sobre Berlín. En 1997, apareció con su nieta Anastasia en un comercial de televisión de Pizza Hut.