Quito, 13 jun (La Calle).- Con tono de urgencia, la Unión Nacional de Educadores (UNE) denunció al gobierno que enfrentan una «profesión de alto riesgo» debido a una escalada violenta que incluye asesinatos, secuestros y extorsiones masivas. Según el gremio, más de 100 docentes reportaron amenazas de «vacunas» en las últimas dos semanas en Guayas, Esmeraldas, Los Ríos, Manabí y El Oro.
La alerta se sustenta en hechos concretos: tres profesores secuestrados en El Fortín (Guayaquil) al inicio del año lectivo Costa-Galápagos 2025-2026; un docente hallado sin vida en Machala; una maestra baleada dentro de un plantel en Esmeraldas; y un doble asesinato frente a la escuela César Andrade en Guayaquil el 9 de junio. «¿Cuántas vidas más deben perderse? ¿Cuánto más resistirá una comunidad abandonada por el Gobierno?», interpela el comunicado, acusando al Ejecutivo de Daniel Noboa de inacción ante la «desprotección sistemática».
Frente a la crisis, la UNE reveló haber implementado casas de seguridad, líneas telefónicas de auxilio y redes de apoyo psicológico en varias provincias, pero advirtió que las medidas son insuficientes. Exigió la declaratoria de «emergencia educativa«, un «Plan de Espacios Educativos Seguros» para los 200 días del ciclo lectivo y políticas de reinserción escolar, rechazando la normalización de la violencia.
Ministerio de Educación desmiente a la UNE
El Ministerio de Educación contraatacó tildando las denuncias de «afirmaciones falsas y exageradas» destinadas a generar «miedo y caos». En la Zona 8 (Guayaquil, Durán, Samborondón), donde el 77% de los 18.000 docentes son mujeres, reconoció solo 28 casos de amenazas: 25 docentes trasladados por seguridad y 8 renuncias asociadas a inseguridad. Solo 4 de 649 escuelas operan en modalidad no presencial.
La cartera destacó su programa «Comunidades Educativas Seguras y Protectoras» (vigente desde 2024), que atiende a 500.000 estudiantes en zonas de riesgo y presume una reducción del 30% en alertas psicosociales. Mencionó el botón «Respo Educ» para emergencias, patrullajes conjuntos con Policía y FF.AA., y brigadas escolares. «La seguridad se construye con hechos, no con discursos», sentenció, acusando a «ciertos gremios» de usar «el temor como herramienta política» en un «grave error» que socava la estabilidad emocional de las escuelas.
El cruce de versiones expone la fractura entre el Estado y el magisterio en medio de una crisis de seguridad que ya penetra las aulas. Mientras la UNE reclama acciones urgentes ante cifras alarmantes, el Gobierno insiste en minimizar la gravedad y exhibe protocolos que, según docentes en terreno, son insuficientes.