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Gobierno insiste con el tema de Glas: “No tenemos un pacto”

Quito, 12 abr (La Calle). – En declaraciones el 11 de abril, en su diálogo de los martes y durante una reunión con periodistas el presidente Guillermo Lasso y su gabinete insistieron en decir que no existe ningún pacto con el correísmo para la liberación del exvicepresidente Jorge Glas. Mensajes en redes de los ministros, secretarios y gobernadores buscaron reforzar ese mensaje.

“Dicen que hay un pacto del Gobierno con el correísmo. Yo les pregunto: ¿qué ha recibido el Gobierno a cambio? Absolutamente nada (…) Jorge Glas nunca ha sido de mi simpatía En lo personal fue una persona que persiguió el apellido que llevan mis hijos, mi esposa con infamias como aquella del feriado bancario y no fue por una vez o dos sino durante 12 años, como mínimo. Por lo tanto, yo por él no tengo ninguna simpatía en lo absoluto”, dijo en sus declaraciones Lasso.

Por otra parte, manifestó que su antipatía por Glas no significa que se interpondrá en el sistema de justicia, pero que si solicitó la apelación al habeas corpus como medida de rechazo a la liberación del exvicepresidente.

Los funcionarios

En una conversación con algunos periodistas, los funcionarios gubernamentales replicaron el mensaje del mandatario. “Hay gente que ha insinuado que a propósito de un pacto (que no hay) estábamos preparados para un resultado, pero no es así. Nos tomó por sorpresa. No estábamos preparados”, dijo el secretario de Comunicación, Eduardo Bonilla. También replicó el video del presidente. “Principios, coherencia y transparencia. Es el ejemplo que necesitamos para cambiar este país”, expresó.

El consejero político de Lasso, Diego Ordoñez reiteró que nadie estaba preparado para esta resolución, pero que no existe un pacto. “Un pacto sería un suicidio electoral y político. Hay un escarnio absolutamente inmerecido”.

El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo que la vigilancia 24/7 para Glas es por los temores de que huya del país y también por su seguridad tras el amotinamiento en la cárcel de Turi. MIB