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Fútbol y pollo, dos aliados poderosos

No sin cierta ironía, el jugador francés Patrice Evra dijo alguna vez: “Si Cristiano Ronaldo te invita a comer a su casa, di que no”. Esto, porque una vez fue a casa del portugués y en su mesa solo encontró pollo cocinado, ensalada y agua. Bueno, esos tres elementos son los que mantienen en forma a Cristiano Ronaldo y lo han posicionado como un deportista de muy alta competencia, que se ha mantenido en la elite del fútbol durante más de una década.

La comunión entre el deporte y el consumo de carne de pollo no es producto del azar. Varios estudios han corroborado que la proteína proveniente de la producción avícola no solo es barata, sino también muy provechosa para reforzar el rendimiento de los atletas. En ese sentido, la pechuga de pollo es definitivamente la parte más beneficiosa: en tan solo 100 gramos de pollo se pueden hallar alrededor de 30 gramos de proteína, pero además contiene aminoácidos esenciales que ayudan a reparar las fibras musculares y facilitan su crecimiento.

Pero, ¿creías que el pollo solamente es un alimento nutritivo?

Pues, aunque no lo parezca, su consumo genera otros efectos que superan la dimensión nutricional. La carne de pollo posee otras ventajas como la regulación del estrés y el ánimo, mantiene alerta los reflejos, ayuda a absorber nutrientes y propende a una mejor distribución de la energía corporal.

Es por esta razones que en el año 2014 el cuerpo de nutricionistas del futbolista argentino Lionel Messi recurrió a una dieta rigurosa que aplicó a este deportista, pues padecía de un desorden alimenticio debido a la ingesta de comida chatarra, que le estaba provocando severos malestares estomacales. El mundial de Brasil estaba entonces a la vuelta de la esquina y la selección argentina debía recuperar en su mejor forma a su jugador estrella. Los nutricionistas supervisaron que Messi se alimentara básicamente con carne de pollo, verduras y muchas agua. Solo de esta forma logró reestablecer el equilibrio en su organismo y fue protagonista de aquella cita mundialista, llegando a la final.

Como vemos, la carne de pollo y el fútbol de alta competencia son dos aliados poderosos, y ello ya no es un secreto para ningún plantel que se respete. Quizá es hora de revisar también la dieta de nuestros niños y jóvenes si queremos cuidar su salud y que se proyecten como potenciales futbolistas profesionales o como apasionados practicantes aficionados de este deporte.

Fuente: Conave