Funk pierde su latido: muere Sly Stone a los 82 años, el visionario que rompió barreras

Quito, 11 jun (La Calle).- Sylvester “Sly” Stone, el revolucionario creador de la banda Sly & The Family Stone, falleció a los 82 años este 9 de junio debido a complicaciones derivadas de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y otras afecciones. Rodeado de sus tres hijos y allegados, Stone dejó un legado imborrable que desafió barreras culturales y raciales.


Un tambor que marcó un nuevo ritmo en la historia

Desde el boom de “Dance to the Music” hasta la cumbre psicodélica con “Everyday People”, Sly & The Family Stone no solo inventaron el funk: lo amalgamaron con soul, rock, gospel y una visión inclusiva radical para los años 60. Su banda era un oasis multirracial y mixto, un símbolo urgente de armonía social en plena convulsión poscultural .

El icónico álbum Stand! y su arrollador paso por Woodstock en 1969 elevaron su estatus: la banda y su líder se convirtieron en sinónimo de revolución musical. Su visión artística sigue viva en la música de Prince, Public Enemy y miles de artistas que samplearon esas bases potentes.


Caída, adicción y retorno a los escenarios

Los 70 le pasaron factura: una espiral de adicciones lo llevó al aislamiento, la declinación creativa y la bancarrota emocional . Aunque regresó en 2006 con una actuación en los Grammy, su cuerpo ya no respondía igual . En 2023 lanzó su autobiografía Thank You (Falettinme Be Mice Elf Agin) y un guion cinematográfico retomando su historia creativa.


El legado que resuena hoy

A su partida, quedan hits atemporales como “Thank You”, “Family Affair” y “Hot Fun in the Summertime”, y una coherencia estética que aún inspira a tantos. Su acercamiento visual, plagado de teatralidad y conciencia cultural, también influyó en el estilo funk y pop, un legado que actúa como espejo multicolor del presente .

Un documental reciente de Questlove, Sly Lives!, rescata su paradoja creativa: un genio atrapado entre sus propias luces y sombras.


Sly Stone fue un puente

Unió géneros, cruzó fronteras y elevó el funk a símbolo de lucha social. Su muerte marca el cierre de un ciclo, pero su obra late con fuerza en el presente musical y cultural. En un tiempo donde la música parece más atomizada, su legado nos recuerda que el arte puede ser también voz de cambio. Adiós a un arquitecto del groove, cuyo pulso sigue vivo en cada nota que nos invita a “dance to the music”.