Quito, 08 jul (La Calle).- La investigación de tres universidades y un instituto norteamericanos revela que las partículas que emitimos al estornudar, toser, hablar e incluso respirar, son altamente contagiosas.
“La transmisión del virus ocurre por contacto directo (con personas) o indirecto (con objetos) y por vía aérea (gotas y aerosoles). Las gotas grandes se depositan fácilmente en el aire para contaminar personas y objetos; por su parte, los aerosoles (pequeñísimas gotas que expulsamos al estornudar, por ejemplo) se dispersan eficientemente en el aire”, asegura la investigación.
Científicos de las universidades de Texas, Texas A&M, de California y el Instituto de Tecnología de California alertan la posibilidad de contagio a larga distancia e incluso tiempo. La investigación cita estudios previos acerca de los métodos de contagios de virus similares, como el de la influenza, MERS-CoV y SARS-CoV-1.
Los resultados señalaron que, por ejemplo, el MERS-CoV exhibía una “fuerte capacidad de supervivencia, con cerca de 64% de los microorganismos manteniéndose infecciosos 60 minutos después de la atomización, a 25°C y una humedad de cerca del 79%”.
A la luz de esta evidencia, los expertos concluyen que el uso de la mascarilla es la medida más efectiva para prevenir la transmisión. Otras medidas, como el distanciamiento social resultan insuficientes por sí solas para protegerse del contagio. El uso de tapabocas, por sí solo, redujo el número de contagios “en más de 78.000 en Italia, en un poco más de un mes y, en un tiempo similar, 66.000 casos en Nueva York”.
Publicación en inglés: https://www.pnas.org/content/pnas/117/26/14857.full.pdf