Quito, 3 de oct, (La Calle). A través de su cuenta de twitter, Jonathan Carrera difunde diariamente información sobre la situación de la crisis carcelaria.
En esta entrevista de Radio La Calle, el periodista expresa que desde hace algún tiempo ingresa materiales de construcción a los centros de rehabilitación y que la presencia militar podría, en algún sentido pacificar las cárceles, pero solo de forma temporal.
¿Cuál es tu opinión a lo que ocurre en las cárceles en la actualidad?
Creo que no existe una guerra de carteles. Con esta idea se busca justificar la inoperancia de las autoridades. No existe control en los ingresos de armas a las instalaciones. Al respecto, tengo documentos, oficios que confirman que este año ha ingresado una cantidad importante de insumos de construcción, con permiso de los directores, hablo de taladros, pinturas, materiales, clavos, por ejemplo.
¿Este año?
Este año después de la primera masacre (febrero) entraron esos materiales, no se conoce para qué. Todo el mundo ahora se pregunta ¿por dónde entran las armas? y allí está la explicación.
Adicionalmente, no pienso existe una guerra de carteles, ellos están pendientes del paso de sus cargamentos de droga, por ejemplo, las dos toneladas que iban al Reino Unido y no con lo que sucede con las cárceles. Una prisión rinde, apenas, un millón de dólares cada seis meses para cualquier capo, es no es comparable frente a lo que rinden los embarques.
¿Guarda esos registros de ingreso de materiales?
Los tengo en especial de la cárcel de Manabí. El 23 julio a la subzona Manabí, entraron: planchas de plywood, cuatro discos de pesas; otro día entraron hasta seis bombonas de gas.
Un día antes, el 25 de julio, entró material eléctrico, tablas, goma, sellador de madera, diluyente, alcohol, clavos, esto supuestamente debería ir a los talleres, pero ¿y si se desvió?. Hasta recibieron carcazas de ventilador y dos termostatos.
¿Sirven de algo las requisas?
Las requisas solo encuentran lo que dejan encontrar. Si alguien avisa donde están las cosas grandes es víctima de la violencia. Yo denuncié hace poco que desde el techo de la cárcel del Turi en Cuenca disparaban con un fusil, hace seis meses, ha pasado el tiempo y hasta ahora no encuentran nada.
Lo que ocurre es por la ineficiencia de las autoridades, se busca tapar lo que pasa en el sistema carcelario. Los directores han fracasado y se hacen entregar placas honoríficas. Con el nuevo director del SNAI continúan los mismos funcionarios, en definitiva, mientras no cambie toda la estructura no se modificará nada.
De otro lado, hay cosas que no entiendo: como es que entran 2.000 policías para una requisa y: ¡ninguno lleva detectores de metal para paredes y techos!
Los Gobiernos se dejaron sorprender por las bandas…
Para nada. Ya después de la primera matanza, se identificó a las bandas y a los cabecillas con nombres y apellidos. No es de ahora que descubren que existían: Las águilas, Lobos. Ya hubo inteligencia policial, que se dedicaba a determinar como guías carcelarios y directores permitían el ingreso de fusiles. Se conocía cómo a través de una ambulancia en Guayaquil entraban fusiles, marihuana y cocaína, sin embargo, luego se modificó a esa inteligencia y todo quedó en nada.¿Por qué se desarticularon esas unidades?
Mañana conozca a los líderes de las bandas delictivas y cuánto ganan al interior de las prisiones en la segunda parte de esta entrevista con Jonathan Carrera.