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En la Colombia de Petro | Opinión

Por: Alexis Ponce

Julia, qué noticia tan bella y conmovedora traes este amanecer… La reforma democrática a la salud en Colombia, aprobada en la dependencia Legislativa con el voto de la izquierda, es bienvenida para un pueblo entero que sufrió en su piel y su historia la imposición de un modelo privatizado y mercantilizado de la salud, copiado a su vez del modelo privatizado y darwinista del pinochetismo chileno.

Es una noticia emocionante que las prestadoras privadas de salud, las todopoderosas EPS, se conviertan en estatales y sociales Gestoras de la Salud para fortalecer la Salud Pública y de la ruralidad para que llegue a millones de colombianos/as.

Y qué hermoso que la reforma incluya la situación de cuidadoras y cuidadores de las personas con discapacidades, tema que sigue ausente en Ecuador y que lo solicité formalmente a inicios del 2023 en la comisión legislativa de salud de la Asamblea Nacional, clausurada por el privado banquero que continúa su labor de lograr destruir la salud pública y del seguro social para privatizarla, sea en el tiempo que dure en el poder, o a futuro: vía sus candidatos presidenciales de la extrema derecha para que prosigan tal objetivo y a él lo protejan tras su salida. (Por éso es crucial que triunfe el progresismo de izquierda en el Ecuador: para que la salud les sea devuelta a millones de vulnerables).

La noticia de la reforma de la salud en Colombia, hay que celebrarla. Será, obviamente, motivo de boicot y desestabilización al gobierno de izquierda, pues el negocio de la salud privada y privatizada en Colombia, genera cientos de miles de millones de pesos de ganancias a un puñado de sinvergüenzas de los Grupos Económicos Empresariales y Financieristas del país de Petro y Nelly… Ya se le podrá hacer justicia a Ella, mi esposa, y a millones como Ella, quien padeció agonía en Bogotá a fines del año pasado, mientras las EPS privadas nos apagaban y bloqueaban todos los teléfonos de su servicio paliativo de emergencias para no auxiliarnos. Conocí aquel sistema de salud uribista, a ese monstruo privatizado y darwinista, avariento y sinvergüenza de salud. La nación de García Márquez y de Gaitán, sigue andando.

Este paso dado, es una buena noticia para los derechos humanos de salud y de vida y para la justicia social en la bella y amada Colombia y para Toda Latinoamérica. Viva Colombia, viva Petro, viva la Izquierda, porque piensa, siente y actúa por todos/as.

Julia Giovanna Del Hierro:
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