Quito, 28 Abr (La Calle).- Autoridades electas en 21 parroquias rurales y ciudadanos de la ciudad de Cuenca realizaron una marcha para solicitar mayor seguridad. El suceso ocurrió en la zona centro de la localidad, la mañana de este viernes.
Algunos de los representantes de las parroquias denunciaron que entre los principales delitos que afronta la ciudadanía figuran el robo de ganado, de domicilios, microtráfico de drogas y extorsiones bajo la modalidad de «vacunas». Este último delito creció en un 75% respecto de la cifras registradas en 2022.
Otras de las solicitudes fue el requirimiento de más integrantes de la Policía Nacional para patrullar varias zonas. Se reveló que en ciertos casos existe solo un vehículo para llevar a cabo estas actividades.
Matías Abad, gobernador del Azuay, recibió personalmente a la gente que protagonizó la marcha. Con megafonó en mano afirmó que proximamente se van a incorporar 400 nuevos servidores policiales para enfrentar los casos de delincuencia. También ofreció incrementar el número de patrullajes con militares. No obstante, algunos presentes mantuvieron su consigna de «ladrón cogido será quemado».
En Ambato también ocurrieron marchas
Situación similar paso en la ciudad de Ambato. La ciudadanía del lugar se congregó para exigir a las autoridades acciones contra la delincuencia. Los asistentes vestían prendas blancas y llevaron consigo banderas de Ecuador.
Manuel Caizabanda, prefecto de Tungurahua, uno de los asistentes, pidió una alianza entre los ciudadanos, los sectores público y privado para combatir la ola de delincuencia que se vive en ese territorio.
El funcionario, confirmó que se tiene pensado conformar mesas técnicas con dirigentes barriales, juntas parroquiales, municipios y sectores productivos para contribuir a la ejecución de un plan de seguridad comunitaria.
En tanto, representantes de organizaciones de la sociedad civil también denunciaron que el caso de extorsiones ha aumentado en Ambato. El amedrentamiento sistemático que sufren los comerciantes de la zona, les ha obligado a guardar silencio por miedo a represalias. Por esta razón, la marcha pretende convocar a los afectados para enfrentar la apatía e indiferencia y contrarrestar esta problemática.
JR