Quito, 15 oct (La Calle).- Después de su discurso por la Fundación de Guayaquil, donde no habló más de un minuto sobre esa gesta histórica y terminó halagando el trabajo de su padre como empresario, el presidente Noboa aparece en una cadena nacional (de 1 minuto y medio). En ninguna de las dos se ocupó de hablar de la crisis energética que vive el país. Ese trabajo se lo dejó a los voceros.
Así que mientras el país vive en penumbras y sin certezas a corto y mediano plazo, Noboa prefirió hablar de narcotráfico, hectáreas de cocaína y el trabajo de las Fuerzas Armadas. Una total desconexión con la agenda ciudadana y sin afrontar las críticas sobre cómo manejó el problema energético desde inicios de este año.
«A los ecuatorianos, aquí estoy», dice Noboa en una esquina del Palacio de Carondelet, con una bandera del Ecuador a su derecha y con una corbata morada (el color de su partido ADN) y agrega que no dudará en ofrecer su vida por el futuro de nuestros hijos. Un futuro que, por ahora, está en la oscuridad, ya que su propia ministra de Energía encargada indicó que los cortes de energía se extenderían a diciembre de este año.
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