Por: María Isabel Burbano / @rizossalvajes
Quito, 07 mar (La Calle).- En Agosto nos vemos empezó a maquinarse en la cabeza de Gabriel García Márquez a fines de los años 90. En 2004, el escritor colombiano tenía cinco versiones corregidas a mano, más dos copias de gavetas y otra llamada “de Los Ángeles”, donde también escribía cuando luchaba contra el cáncer y varios fragmentos enviados a su agente literaria, Carmen Balcells antes de entrar en la oscuridad de la demencia.
La frustración del escritor y los claroscuros de su enfermedad lo llevaron a decir. “Este libro no sirve. Hay que destruirlo”. Sus hijos decidieron no hacerlo, la mente de su padre hacía aguas y sabían, en el fondo, que allí se gestó un importante aporte a la literatura de quien era el escritor más importante de América Latina. El último aporte.
La novela
El esfuerzo conjunto de su familia, un editor y el Harry Ransom Center, lugar donde reposa su archivo, permitieron que En agosto nos vemos vea la luz el 6 de marzo de 2024 cuando se cumplen 97 años del nacimiento del ‘Gabo’. La novela se lanzó simultaneamente a nivel mundial en 40 idiomas. En España y Latinoamerica bajo el sello de Random House – excepto en México y Centroamérica, donde lo hizo editorial Planeta.
¿De qué trata el libro? Sigue la vida de una mujer de mediana edad llamada Anna Magdalena Bach – un guiño a la melomanía del propio Gabo – la protagonista explora la sexualidad fuera del matrimonio cada 16 de agosto, día en que visita una isla en el Caribe, donde está la tumba de su madre para poner gladiolos y ponerla al corriente de su vida.
“Nosotros leímos, todavía en vida de Gabo, el libro. Estaba menos terminado de lo que solían estar sus libros cuando los daba a leer a gente muy cercana. (…) nos dio la impresion de que no estaba tan terminado, pero gabo seguía trabajando en la novela. No fue sino hasta dos años antes de que muriera que nos soltó esa frase lapidaria de que destruyeramos la novela”, dijo su hijo Gonzalo García Barcha en la presentación del libro en la Biblioteca Gabriel García Márquez de Barcelona.
El trabajo
Para poner en orden las correciones de las versiones de la novela, los hijos acudieron al editor español Cristóbal Pera. “No tenía que añadir nada, eso no hace falta ni decirlo, sino tratar de entender cuál era la versión más cercana a la final. Hacer el trabajo del editor como si estuviera a su lado, siguiendo sus notas”, le dijo a diario El País.
La familia de Gabo – su esposa Mercedes falleció el 16 de agosto de 2020 – donó todo su archivo al Harry Ransom Center en Austin, Texas, eso sí solicitó que se restringiera el acceso todo lo relacionado con la novela y que no se digitalice en el proceso del 2017. Una parte del escrito ya fue compartido por el escritor en 1999 durante un evento de la Sociedad General de Autores en la Casa de América.