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Emergencia en salud: Ni medicina para los pacientes ni pago a los proveedores de hospitales públicos

Quito, 19 jun (La Calle).- Proveedores de servicios esenciales para tres hospitales de Quito tomaron la Plataforma Financiera Norte exigiendo pagos atrasados por seis meses, mientras el Hospital Eugenio Espejo opera sin insumos básicos y familias de niños con distrofia muscular de Duchenne (DMD) denuncian la sustitución irregular de su tratamiento autorizado. La crisis presupuestaria estatal desencadena fallas críticas en la red de salud pública.


A primera hora de este 19 de junio, trabajadores de seguridad, limpieza y alimentación de los hospitales Eugenio Espejo, Calderón y Maternidad Luz Elena Arismendi ocuparon las instalaciones de la Plataforma Financiera Norte en Quito. Eloy Viteri, representante de los empleados de seguridad de la Maternidad, confirmó el inicio de una huelga de hambre frente a dicha entidad, tras seis meses sin recibir salarios.

Colapso inminente en el Eugenio Espejo

El principal hospital de especialidades de la capital enfrenta un desabastecimiento crítico: medicamentos, insumos quirúrgicos e incluso alimentos para pacientes son inexistentes. La Dra. Mercedes Almagro, presidenta de la Asociación de Médicos de la institución, reveló que el Estado no transfiere fondos desde enero de 2025. Un reciente ofrecimiento de USD 30 millones es insuficiente frente a los USD 100 millones anuales requeridos para operar. «Solo realizamos compras mínimas o usamos stock antiguo», detalló a Radio Pichincha.

Pacientes como Dana Castro (en tratamiento oncológico) deben comprar sus propios fármacos, gastando hasta USD 80 por quimioterapia. Médicos advierten: sin acción inmediata, el hospital colapsará.

Alerta por medicamento no autorizado el HCAM

Familiares de niños con Distrofia Muscular de Duchenne (DMD) —enfermedad degenerativa y mortal— denuncian que el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) no entrega el fármaco «Translarna» desde hace 10 meses. Edwin Gavilanes, portavoz de los afectados, acusó a la dirección del centro médico de impulsar un genérico sin registro sanitario, estudios clínicos ni aval internacional.

Ariel Gavilanes (14 años) presenta depresión y dolores agudos por la interrupción del tratamiento. «Como padres lloramos junto a él», declaró su padre, exigiendo al presidente del Consejo Directivo del IESS, Edgar José Lama, resolver esta «emergencia». El medicamento, bajo medidas judiciales de protección, solo puede ser adquirido por el IESS.

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