Quito, 25 dic (La Calle). – No existe edad para quienes viven en las calles a la espera de la caridad en Navidad. Más de 33 mil niños mendigan en las calles del Ecuador. Esta es una cifra que preocupa y que evidencia la desigualdad social y que sale a la luz en una investigación de Ecuavisa.
Pese a que el pasado 30 de noviembre de 2020 el gobierno de Lenín Moreno presentara su campaña “Misión Navidad Sin Mendicidad”, este fenómeno creció de manera considerable.
El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) atiende a apenas 240 personas de forma regular en Guayaquil y en Durán. Lo hace a través de convenio con las fundaciones Fe y Acción, Afro-Ecuatoriana Valle del Futuro y Fortaleza Integral. Se trata de cobertura permanente a personas en riesgo y prácticas de mendicidad, a las que realizan un seguimiento desde agosto pasado.
Es una situación que también es aprovechada por grandes redes ilegales que obligan a los niños a salir a mendigar.
Sin embargo, en diciembre, el número de personas que sale a pedir limosna en las calles se duplica, según Édgar López, director de la Fundación Fe y Acción, una de las que trabaja en el programa de reducción progresiva de la mendicidad.
El perfil de una persona pobre en el Ecuador puede ser una mujer afro que vive en los barrios urbano marginales de Guayaquil; una mujer indígena que vive en la provincia de Cotopaxi; un hombre indígena que tiene un nivel de escolaridad menor a los diez años. Son personas que en el Ecuador tienen una probabilidad mayor de sufrir una condición de pobreza.
Es así que Vicente Taiano, ministro de Inclusión Económica y Social; Juan Carlos Zeballos, ministro de Salud; Andrés Isch, ministro de Trabajo; Monserrat Creamer, ministra de Educación; Isabel Maldonado, secretaria del Plan Toda Una Vida y otros ministros del gobierno de Lenín Moreno están en deuda con el sector social del Ecuador.