El Estado de Quito, se inició cuando el 9 de octubre de 1810 los quiteños se rebelaron en contra del Virreinato de Nueva Granada con sede en Bogotá, luego de la masacre de los próceres el 2 de agosto de 1810 y el saqueo de la ciudad, por las tropas de Lima. Esta es una mas de las fechas olvidadas en la historia de Quito, y del Ecuador.
Un Camino de Luchas y Rebeliones Hacia la Independencia
La independencia constituye el momento en el que Quito y Ecuador asumen su destino. Sin embargo, fue un asunto largo y tortuoso que para nada es únicamente el día del 24 de mayo de 1822. Quito tiene un extenso historial de rebeliones y revoluciones que denotan un agudo espíritu de autonomía respecto al poder imperante. La Revolución de las Alcabalas de 1592; la Revolución de los Estancos, o Rebelión de los Barrios de Quito del 22 de mayo de 1765 son muestras fehacientes de un continuo sumario en búsqueda de identidad, respeto a sus intereses y de gobernarse sin intermediarios que entorpezcan nuestra historia.
Finalmente, un proceso autónomo eclosiona el 10 de agosto de 1809, cuando la aun orgullosa ciudad, que había perdido su riqueza, su cultura, asolada por la peste, terremotos, erupciones, crisis económica, y la humillación final de la muerte de la Real Audiencia, encontró en su postración la energía suficiente para iluminar con la luz de su rebeldía a la América Hispana. Ese 10 de agosto, los próceres devolvieron a los quiteños y quiteñas una causa de lucha que prendió en los corazones.
Raíces de Autonomía: Un Recorrido por las Luchas de Quito hacia la Independencia
Esa llama, derrotada el 02 de agosto de 1810, con el asesinato de decenas de rebeldes e ilustrados quiteños, prendió de nuevo cuando el 09 de octubre de 1810, la Segunda Junta de Gobierno de Quito, declaro su rebeldía del Virreinato de Nueva Granada, reivindicando a la Junta del 10 de agosto de 1809. Se depuso al vicepresidente Ruiz de Castilla, colocado por España. Finalmente, el 11 de octubre de 1811, nació el Estado de Quito, embrión de la República del Ecuador.
Sus miembros José Cuero y Caicedo, obispo de Quito, fue aclamado como presidente del Estado; Juan Pío Montufar, su vicepresidente. El coronel Carlos Montúfar, hijo de Juan Pío y héroe de las Guerras Napoleónicas en la península Ibérica, se hizo cargo de las milicias del naciente país. Así Quito, emergió como entidad soberana. El 15 de febrero de 1812, se promulgó la primera constitución ecuatoriana, que proclamaba una República, con división de poderes
La suerte y la falta de aliados terminaron con este sueño. La falta de apoyo de las ex gobernaciones de Guayaquil y Cuenca, leales al Virreinato del Perú y el bajo apoyo de Popayán, más cercana al Virreinato de Nueva Granada, asfixiaron al afán autónomo de la Gobernación de Quito, que finalmente fue derrotada, luego de varias batallas en contra de las tropas comandadas por Toribio Montes, venidas desde Lima. Los limeños tomaron Quito el 08 de noviembre de 1812.
El Sueño Interrumpido: Tragedias y Resiliencia en el Camino hacia la Libertad
Cientos de quiteños, temiendo la venganza de los realistas huyeron hacia Ibarra, entre ellos iba su presidente, el obispo Cuero y Caicedo. Los valientes quiteños dieron una última muestra de su eximio valor y plantaron batalla dos veces, siendo en ambas derrotados. La primera en San Antonio de Ibarra, el 27 de noviembre de 1812 y la segunda, en Yahuarcocha, el 01 de diciembre de 1812. Cruel destino que ubicó a la caída final del Estado de Quito, donde en 1491 los valientes Caras fueron masacrados por la abrumadora superioridad numérica del Ejército Inka.
Carlos Montúfar casi solo, el gran héroe olvidado de nuestra independencia junto al Obispo Cuero y Caicedo, murió cerca de Buga en la gobernación de Popayán, en 1816 fusilado. Quito agotada, saqueada, destrozada espiritual y moralmente no supo encontrar nuevas fuerzas y finalmente el 24 de mayo de 1822 fue libre de España, por acción de tropas venezolanas, neo granadinas y de los imperialistas británicos.
