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El interés de bases militares norteamericanas en Ecuador es del gobierno de Noboa | Opinión

Por: Jackie Herrera

El convenio firmado entre Ecuador y Estados Unidos en 1999, durante el gobierno del expresidente Jamil Mahuad, cedió a Washington el uso de las instalaciones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta durante diez años. El contexto del acuerdo se dio en un tambaleante gobierno donde Mahuad buscó apoyo de la Embajada gringa para que se instalara en el país el Puesto de Operaciones de Avanzada – FOL (Forward Operating Location). A pesar de que los objetivos militares del país norteamericano serían desarticular movimientos subversivos colombianos y controlar el narcotráfico, como parte de las ejecuciones políticas del Plan Colombia para América Latina, los objetivos políticos eran del gobierno ecuatoriano.

Según el excomandante del Ejército de Ecuador, Gral. Luis Altamirano, una base militar es una infraestructura de carácter permanente que se concibe como un mecanismo de proyección de poder de la nación que esté interesada en instalar sus bases, con objetivos operativos, logísticos o ambos. Y que, por lo tanto, la propuesta de reformar y modificar sustancialmente el artículo 5 de la Constitución de la República del Ecuador (CRE) no sería actualmente del interés de Estados Unidos ¿Pero hay intereses del gobierno ecuatoriano?

Luego del viaje a New York y Canadá realizado por el primer mandatario del 5 al 11 de septiembre, para buscar soluciones a la crisis energética, el 16 de septiembre anunciaba al país el envío de una propuesta de reforma parcial del artículo 5 a la Asamblea Nacional para eliminar la prohibición de ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjera en suelo ecuatoriano. En el video del presidente, desde la ex Base de Manta, aseguró que en medio de un conflicto transnacional el país necesita respuesta nacional e internacional para revertir el supuesto pacto de gobiernos anteriores con el narcotráfico.

Ante el error procedimental de enviar el proyecto de reforma al Legislativo, a donde nunca llegó, por tratarse de un artículo constitutivo que solo puede ser modificado por una Asamblea Constituyente, el Ejecutivo decidió remitir la propuesta directamente a la Corte Constitucional para ser tratada como una enmienda. Lo que evitaría que la modificación tenga que ser sometida a Referéndum en una Consulta Popular, donde posiblemente no tendría los votos de los ecuatorianos. Además, porque según los artículos 365 y 339 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) ofrecer territorio nacional para bases militares extranjeras está tipificado como un delito.

Dentro del debate ciudadano y político alrededor de esta decisión del gobierno se ha dicho que esta reforma persigue que Estados Unidos regrese a ocupar la Base de Manta o que vuelva alquilar suelo ecuatoriano en otro lado, en las Islas Galápagos, por ejemplo, para desplegar sus operaciones militares. Sin embargo, sobre una entrevista realizada por el medio digital La Posta al exembajador de EE.UU en Ecuador, Todd Chapman, en el 2018, los medios de comunicación que apoyan al gobierno se han esforzado por desmentir esta posibilidad.

Pero, un día antes del último y décimo cuarto viaje al exterior del presidente Noboa, el 19 de septiembre la Embajada de Estados Unidos se pronunció sobre su posible presencia militar en el marco de una “cooperación en seguridad” con Ecuador, tras una visita a Quito de Linda Fagan, comandante de la Guardia Costera de EE.UU. Según el comunicado, estos posibles nuevos acuerdos regularían las operaciones de personal militar estadounidense de manera “temporal” para brindar su apoyo en ampliar las capacidades de las fuerzas armadas ecuatorianas en materia de defensa y seguridad.

Estos recientes acontecimientos ratificarían que el gobierno ecuatoriano es quien está insistiendo en la injerencia o “ayuda internacional” de Estados Unidos, así como sucedió en el gobierno de Jamil Mahuad y que nada bueno le trajo al país. Aunque esta vez, la Embajada norteamericana ha señalado que no tiene planes de solicitar permiso a Ecuador para una presencia militar permanente. Pero, aún nos falta conocer las novedades que el presidente Noboa traerá de su segunda visita, en menos de un mes, al país norteamericano.

Entrevista completa en La Ventana Podcast